Hace unos días leí que iba a desarrollarse en
Burgos una especie de maratón científico en el que intervendrían una media
docena de divulgadores de diversas disciplinas (que van de gira por el norte de
España). Coincidió, curiosamente, con que había sacado de la biblioteca del
barrio un libro de uno de ellos, Xurxo Mariño, Neurociencia para Julia (2012), en el que trata de darle un tono
literario al viaje de exploración a la máquina de la mente que propone. Me
gusta mezclar lecturas de textos científicos con los habituales de literatura.
No me ha defraudado. Preguntarse por ese yo que a todo el mundo nos sale o que
tenemos cuando nos situamos frente a otras personas es un ejercicio de
humildad, relacionado con esa curiosidad que, de acuerdo con el autor, nos hace
interrogarnos sobre su procedencia, su modo de generarse o la relación que se
establece entre la mente y el cuerpo. El texto resulta una explicación del
sistema nervioso (central y periférico) con el que percibimos lo de fuera y
construimos la imagen que tenemos de ello, con la que actuamos en el día a día.
Dendritas, axones, sinapsis… nos configuran. En el encéfalo elaboramos la ilusión de personas y cosas con las que
nos relacionamos y a las que llamamos realidad.
Uno de los elementos con el que lo hacemos es la imaginación, preciosa
herramienta con la que contamos.
No está claro el momento en que se genera en
el cerebelo la conciencia, la mente o el yo. Hay diversas hipótesis sobre ello.
En todo caso, lo importante es continuar estudiando los fenómenos que las
propician y -no olvidemos- desechar los cuentos
que se escuchan con relativa frecuencia, como ese de que sólo utilizamos un 10%
de nuestro potencial mental.
Eso sí. Hay algo que no me ha convencido del
libro: el intento de convertirlo en un relato dirigido a Julia, la supuesta
adolescente. En fin, que no he traspasado el umbral de la credibilidad
(literaria).
[Salud. A la espera de que la Vida desmonte
las ilusiones de quienes gobiernan la res
publica].
Interesante propuesta Ignacio, desde luego viendo lo que corre por el mundo me da a mi por pensar que igual ese cuento del 10% es muy elevado y ni siquiera eso se usa.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Ja, ja!, Conxita, por ese lado puede que tengas razón. Pero ya sabes que cuando se está en una reunión, casi siempre hay alguien que nos vende la moto de las capacidades ocultas.
EliminarAbrazos.
Genial lo de leer ciencia, pero... da una pereza.
ResponderEliminarNo obstante, alabo tu actuación y tu propuesta.
Saludos.
Por supuesto, Anónimo. Pero... ya se sabe: el esfuerzo compensa.
EliminarSaludos.
La divulgación científica es muy importante para quienes no tenemos ni idea de esos temas. Eso sí, manteniendo el rigor.
ResponderEliminarAhhh las ilusiones ilusas cuanto juego dan movidas por especialistas.
Un abrazo.
De acuerdo, Laura. Este libro sí me parece que da la talla.
EliminarAbrazos.
Gracias por tu interesante crítica, Ignacio.
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas sumergido en el fascinante mundo de las neuronas y la mente.
El libro tiene el formato de relato dirigido a una supuesta adolescente porque así me lo solicitó la editorial, ya que forma parte de una colección de textos que utilizan esa fórmula aristotélica de contarle algo a una persona joven. A mí tampoco me ha convencido.
Otros textos de esa colección son "Filosofía para Victoria", "Astronomía para Esteban", "Física para Andrea", etc.
¡Un abrazo!
¡Qué sorpresa (y alegría), Xurxo!
EliminarSon sinceras las palabras que digo del libro. Me ha resultado atractivo y clarificador de lo que pretende explicar. Al tiempo que no me ha convencido la fórmula narrativa, pero creo que es algo bastante secundario.
¡Ojalá fueran estos temas asunto de primera plana en los medios de información!
Abrazos.
Me interesa la neurociencia, pero debo confesar que casi estaba convencida de nuestro escaso potencial utilizado, ese diez por ciento, lástima, ya no habrá a quién culpar...
ResponderEliminarPues, nada, Esther, pero seguro que hay quien lo comprueban en tu obra.
EliminarSaludos.
Hola Ignacio, no suelo leer esta clase de libros ya que mis preferencias son otras. De todas formas muchas gracias por la aportación.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
De nada, Conchi. Ya sabes que las preferencias van rotando.
EliminarAbrazos.
leo poco me meto en Netflix y veo los que otros han creado
ResponderEliminarson etapas de la vida me gusta leerte un abrazo