viernes, 13 de noviembre de 2009

NO ME ATREVO A DECIR QUE UN LIBRO ME "HA ENGANCHADO"


Cuidadín, cuidadín, vaya usted a saber lo que los servicios secretos o alguna autoridad puede llegar a entender, sin ir más lejos en Rusia el escándalo se desató después de que una bibliotecaria de la pequeña ciudad de Orsk, en los Urales, denunciara en su blog en Internet que las autoridades habían enviado a las bibliotecas una lista de 37 libros que se recomendaba no entregar a los lectores. La Lista de obras que contienen elementos de propaganda y publicidad de narcóticos y sustancias psicoactivas fue difundida por el Departamento de Cultura del Ayuntamiento a instancias de la oficina local del Servicio Federal de Lucha Antidrogas ruso (SFLA).

Entre los autores proscritos figuran el español Pérez-Reverte con La Reina del Sur, una historia de narcotraficantes ambientada en México y en el estrecho de Gibraltar, y el clásico estadounidense Tom Wolfe con Ponche de ácido lisérgico.

Les hacen compañía los también estadounidenses Burroughs con Queer y Hunter Thompson con Miedo y asco en Las Vegas, el británico Alex Garland con La Playa y el escocés Irvine Welsh con Porno, Escoria y The Acid House.

La lista incluye asimismo obras de ciencia ficción, como Una mirada a la oscuridad del clásico estadounidense Philip K. Dick, y Jim Morrison's Adventures in the Afterlife del británico Mick Farren.

Entre los autores rusos figuran el escritor Mark Levi con la obra Novela con la cocaína, publicada en 1935 bajo el seudónimo de M. Ageev y que inicialmente fue atribuida a Vladímir Nabókov, y la periodista y novelista moderna Linor Goralik con Niet...

Aunque ante la protesta de la prensa mediática han considerado esta lista como una "recomendación", todo esto da mucho que pensar, el hombre por mucho que pase el tiempo, los años, los siglos siempre es igual, muchas cosas sólo cambian aparentemente.

Fuente: El País

9 comentarios:

  1. Como dice la canción: ¡La hoguera!, ¡la hoguera!...

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  2. Bueno yo creo que si que va cambiando y menos mal, algunos libros prohibidos hace tan solo unos años hoy nos hacen reir.
    Por cieto acaba de leerme uno de la lista y me ha encantado.

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  3. Se supone que las censuras tienen el objetivo laudable de salvar a la sociedad. O, al menos, ese es el que tienen los autores y defensores de los índices de libros prohibidos. Claro que, además de salvarla, la mantienen intacta de desviaciones; y así, tanto ellos como el grupo del que proceden, de paso, se perpetúan en la misma posición.
    Todo ello lo parece desmentir este caso que traéis aquí. Pues se percibe un espíritu realmente protector y paternal respecto a una lacra, la droga.

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  4. La hoguera tiene... ¡qué sé yo!

    ¿Qué tiene la hoguera Lavela? anod un poco despistada hoy viernes

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  5. ya... ¿el fin siempre justifica los medios?

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  6. Bueno, Mafi, es lo que dice la canción. Aunque, por mi parte, no he dicho que hubiera que alimentarla con libros (precisamente).

    La hoguera desprende calor y atrae (no hay más que ver a la gente cuando se van a asar unas chuletas). El drama es que siempre necesita alimentarse.

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  7. No lavela, si a mi la hoguera me gusta, lo que no me gusta es la censura porque coarta la libertad del hombre, las recomendaciones me parecen fenomenal porque te permiten pensar y luego decidir... es difícil.

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  8. Cambian los tiempos, tal vez las formas, pero siempre hay un tonto con gorra que se crece en la suerte. Y siempre pagan el pato los libros ¿por qué será?

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