miércoles, 2 de junio de 2010

Morir en la mar... Literatura ciega

Hace dos noches no pudimos dormir. Hasta el barco llegaba el sonido de secos impactos provenientes del Este. Según nos íbamos acercando, los identificamos como disparos, a los que pronto se sumaron gritos perfectamente audibles de personas. En alta mar, unos barcos estaban abordando a otro. Pronto supimos el resultado: dieciséis muertos por heridas de bala. Era un ejército contra lo que se ha llamado flotilla humanitaria. Todo un conflicto nada fácil de comprender y resolver: la Franja de Gaza –la gente de Gaza– acordonada por un gobierno exterior que le raciona los alimentos y la libertad, y por un gobierno interior que procura arrebatarle la mente y la voluntad.
Personas que matan por la orden de un Gobierno, para defender una patria. Personas que mueren por ello. Y la literatura ¿qué hace? ¿Crea ficciones fundacionales como sostenía Doris Sommer? ¿Crea heroínas y héroes con pensamientos y propósitos que se identifican con esos Estados, con estas naciones? Michel Foucoult (1926-1984), filósofo y sociólogo estricto, cuando escribía Historia de la sexualidad, afirmó que el deseo sexual podía ser la explicación de todo. ¿Tanto potencial erótico tienen los territorios y los gobiernos como para ser seguidos ciegamente?

Si fuera así, malas noticias, puesto que en lo último que se desea entrar es en la comprensión de ese deseo.

5 comentarios:

  1. No perdamos la esperanza en la literatura, alguna pequeña pluma hará eco de ello y se reconocerá su valor, esperemos que no sea silenciada.
    Luego vas por la calle viendo como todo el mundo se queja de lo mal que va España, ya quisieran muchos paises O territorios tener nuestra suerte, no?

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  2. No sé lo que sentirán matando pero es muy triste que nos matemos por un puñado de tierra, claro que para ellos son sólo peones que muchas veces no les interesan a los gobiernos y en dos días estará todo olvidado, menos para su familia.

    ES MUY TRISTE

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  3. Desear respetuosamente es libre, es más, es necesario.
    El sexo tiene que ser consentido por las partes
    Sin consentimiento sólo hay ultraje y violación.

    Y si el universo se rige por el sexo, atengámonos al consentimiento.

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  4. Gracias, Bipo. Son hechos demasiado tristes. Nos desvían.

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