miércoles, 16 de noviembre de 2011

Animal de palabras

Parece claro que las personas somos animales de palabras. A algunas de éstas les conferimos significados especiales, lo que las convierte esenciales en su época (pensemos en honor, progreso, revolución… en décadas pasadas; o en indignados, democracia, especulación… en la nuestra). Con ellas –en la literatura− concebimos mundos irreales, complementarios a lo que denominamos realismo, conformando de este modo (por contraste) nuestra realidad. (Esta irrealidad es diferente del ámbito virtual, un mundo paralelo en el que se nos quiere hacer vivir).

Uno de los pasajes de la cultura en donde primero se expresa esta idea seminal es en el Fedro, donde Platón nos habla sobre estas palabras, por boca de Sócrates: «Mucho más excelente es ocuparse con seriedad de las cosas, cuando alguien, haciendo uso de la dialéctica y buscando un alma adecuada, planta y siembra palabras con fundamento, capaces de ayudarse a sí mismas y a quienes las planta, y que no son estériles, sino portadoras de simientes de las que surgen otras palabras que, en otros caracteres, son canales por donde se transmite, en todo tiempo, esa semilla inmortal, que da felicidad al que la posee en el grado más alto posible para el hombre».

Por ello –se nos ocurre−, continúan siendo tan necesarios los libros.

6 comentarios:

  1. Cómo me gustaría leer el libro en el que se describiera, o relatara, o se dejase constancia de la época más próspera y rica en valores y medios refiriéndose a la actual.

    Un abrazo.

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  2. Los libros siempre van a ser necesarios y esperemos que también los bibliotecarios.

    A mi también me gustaría ver ese libro del que habla Elena.

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  3. Palabras que crean o describen sistemas teóricos, los que, a su vez, alumbran otras palabras, dibujos de conceptos. ¿Será destino de nuestros pensadores revolver cada cierto tiempo el bombo de las letras para sacar novedosas ideas esculpidas en palabras también nuevas, o, en realidad, la historia del pensamiento es una ficción y lo que produce son los mismos conceptos de siempre vestidos con nuevas expresiones? Esta pregunta acaso no trasmita nada, una confusión, no más, merced a la palabra "mismos" que simula identidades donde solo hay aires de familia.

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  4. No sé bien si te refieres, Elena, a que ese libro puede escribirse (siendo fiel reflejo de nuestra época) o más bien a que es un deseo (de que nuestra época fuera la más dotada en valores).

    en todo caso, un abrazo.

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  5. Esperemos, Ayla, esperemos que así sea.

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  6. Bueno, ebge, todo un tratado tu coment5ario. Por mi parte, creo que tiene dos respuestas: hay formulaciones viejas en palabras nuevas, y hay conceptos nuevos.

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