El pasado jueves, hablando con una amiga mientras paseábamos en una desapacible tarde por las calles de Reinosa, comentaba que, entre los achaques que nos trae la vejez, le asustaba pensar en que podría fallarle la vista. "¿Qué haría yo sin el mundo de los libros?", decía. Al tiempo, hablaba de que le gustaría transmitir a su hija -casi adolescente- su gusto por la lectura, cuando estuviera atravesando la juventud, esa edad tan complicada para emplear tu tiempo en los libros.
Entonces, le recordaba el decálogo de Daniel Pennac (Como una novela, Barcelona, Anagrama, 1993, pág. 141), que contiene los Derechos imprescindibles de quienes leen:
1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltarnos las páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo [enfermedad de transmisión textual].
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callarnos.
Y... a esperar.
Qué cantidad de derechos!!!!, yo añado alguno más, aunque probablemente inclúidos en los anteriores:
ResponderEliminar. El derecho a saltarte aquellas partes escabrosas, de mal gusto, dañinas o desagradables que sabes que te afectan y no molan.
. El derecho a recomendar y viceversa, libros.
. El derecho a no leer los premios Nobel de literatura y algún clásico (de los de obligada lectura).....
Bueno no sigo, jejeje
Pues yo también me he preguntado a veces lo mismo que tu amiga.
ResponderEliminar¿Que sería de mi si no pudiera leer?
Creo que es una pregunta que se hacen los lectores asiduos.
También pienso que en un futuro no
demasiado lejano, ya dispondremos de algún medio que nos lea los libros, y no me refiero a una persona.
Claro que el placer de pasar las hojas, de ver las portadas, éso es
lo mejor, pero en fin pensemos positivamente.
Interesante el decálogo de Pennac, claro que el que más y el que menos ya practicamos los derechos contenidos en él.
Desde la biblioteca apuntamos también dos obligaciones -en caso de que el libro pertenezca a una biblioteca-. Se derivan del hecho de que los libros pertenecen a todos y son los consabidos "devolver el libro en su fecha" y "devolver el libro en perfecto estado". No parece que sea pedir mucho.
ResponderEliminarBien, bien. Derechos y deberes. Libros y juventud. Tiempos venideros.
ResponderEliminarPor ahora, el verano para disfrutar.
me encanto... lo pondre en la biblio!!! espero que lo entiandan como lo entendi yo o si no me sale el tiro por la culata... jajaja
ResponderEliminarSe debería hacer una pausa en el mundo editorial, para poder ejercer el derecho a ponernos al día...
ResponderEliminarLa verdad es que es muy duro imaginarse una vida sin lectura. Recuerdo una baja laboral por los ojos como lo peor, en casita privada de leer y del ordenador...largo muy largo
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