lunes, 8 de marzo de 2010

Mujeres lectoras, escritoras, sindicalistas y libres

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (aunque ahora este término ha caído en desuso) y, por ello, en este foro bibliotecario, traemos a colación a Luisa Capetillo (1879-1922), nacida en Arecibo (Puerto Rico) de madre francesa y padre español, de quienes recibe una instrucción más esmerada de lo que entonces se impartía a las chicas en las instituciones educativas. A ella unió su natural rebeldía y su capacidad reflexiva. En los primeros años del siglo veinte propició en la isla un escándalo mayúsculo, pues se atrevió a ser la primera mujer que vestía pantalones. Además, se mostraba partidaria del vegetarismo, del esoterismo y de la educación racionalista (no confesional). Deseosa de tener independencia económica, sin sujeción a un marido, comienza a trabajar en periódicos locales y en la industria de la aguja para poder mantener a sus dos hijos (era partidaria del amor libre). En 1906 se hace lectora de tabaquería (oficio que retoma en 1919 cuando se encuentra en Nueva York), lo cual le pone en contacto con las noticias del mundo y con las ideas de emancipación obrera (Zola, Reclus, Tolstoy, Marx, Bakunin…); se une entonces al sindicato tabaquero y se convierte en una de sus más dinámicas organizadoras. En 1907 publica su primera obra, Ensayos libertarios, en la que expone sus concepciones sociales y políticas. Posteriormente, crea la revista La Mujer. Y funda la editorial Biblioteca Roja en la que ve la luz, en 1910, La humanidad en el futuro, y en 1911, Mi opinión sobre los Derechos, Responsabilidades y Deberes de la Mujer (reeditado en 1913). En 1916 vuelve con Influencias de las ideas modernas.

Su inquietud y su militancia hace que tenga que salir en varias ocasiones de Puerto Rico, llegando a Cuba, Santo Domingo o Estados Unidos. En muchos de esos lugares se le prohíbe hablar en público o se le expulsa al ser considerada anarquista peligrosa. Era internacionalista, pues decía que «la tiranía, como la libertad, no tiene patria, como tampoco los explotadores ni los trabajadores».

7 comentarios:

  1. Valiente mujer, no sabía nada de ella.
    Es curioso ver, como grandes luchadores caen en el olvido y en cambio absurdos programas de la tele te hacen famoso en dos días.

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  2. Es una de las personas que está siendo recuperada por los poderes públicos (¡¡hay que ponerse a temblar!!), en este caso los de Puerto Rico. La Universidad de este país tiene una sala con su nombre en la Biblioteca Víctor Pons. En 1992 se editó un libro con su obra, a cargo de Julio Ramos: Amor y anarquía. Los escritos de Luisa Capetillo. Más tarde, Norma Valle Ferrer, feminista, escribe Luisa Capetillo, historia de una mujer proscrita (Ed. Cultural, 1998), y recopila sus escritos en Mi patria es la libertad (Universidad de Puerto Rico, 2008)

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  3. einch!!! jo!! la pegaba tener bigote!.
    Seguramente por mujeres como esta, nuestra situación hoy en día no es tan terrible como en su época, aunque yo soy partidaria de otro tipo de acción más sibilina y menos escandalosa que estoy segura de que también funciona. jejeje

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  4. Con todas esas virtudes e inquietudes en esa época, lo tuvo que pasar bastante mal, tenemos que agradecerle que nos fue abriendo el camino y eso que todavía queda mucho por delante

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  5. con un par, ¡menuda mujé!, seguro que tenía bigote, barba y testículos.
    :D :D

    cuántas mujeres tuvieron que esconder sus aficiones bajo esta tiranía en la que destacar es una ofensa.

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  6. aunque yo soy partidaria de otro tipo de acción más sibilina y menos escandalosa que estoy segura de que también funciona.

    Ya vemos que funciona, ya.

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  7. La recuperación de figuras históricas siempre es un desafío. Los principios con que se rigieron, lo que hicieron. De algunos puede seguir siendo difícil asimilarlo hoy como ayer. Muchas no se ciñen a los cánones de pensamiento o comportamiento de nuestra época como tampoco de la que les correspondió vivir.

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