jueves, 17 de febrero de 2011

El éxito (in)esperado

¿Qué es lo que hace popular a un libro? Seguramente que la mayoría de quienes escriben y publican historias desearían tener en sus manos esos polvos que envuelven −invisibles− a algunos textos y los convierten, aunque solo sea durante un tiempo, en el centro de escaparates y anaqueles. Pero parece que el éxito inesperado −no el programado desde los despachos de agentes y editoriales−, para quien nunca lo ha tenido, queda en manos del caprichoso azar o, según quién lo analice, de un ineludible destino cuyo devenir nadie conoce.

Leemos ahora −con cierto retraso− El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, aparecido en nuestro país −con cierto retraso− en 2006, el cual obtiene enseguida un notable éxito de ventas, al igual que lo había hecho en otros lugares, propiciado por el boca a boca. Se nos ocurre que lo primero que tiene que crear un libro son espejos −muchos espejos− en los que sus personajes se reflejen y se desdoblen, y en los que quienes leemos nos reflejemos y nos desdoblemos. Después, lluvia −abundante lluvia− que resbale por la piel arrastrando el polvo del camino, pero que no cale y no humedezca los goznes de las puertas de nuestras estancias secretas.
Se nos ocurre que debe elaborar metáforas −simbolismos varios− en los que la historia se acoda: problemas de corazón en vez de crudos abandonos, apagones de vida en vez de rabiosos golpes... Se nos ocurre −en fin− que debe desnudarnos, asumiendo esta llevanza sin pudor.

5 comentarios:

  1. Qué bien describes sentimientos! un poco avergonzada digo que yo solo se decir de un libro que me ha gustado, cosas así, me ha gustado, me ha encantado, está genial...

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  2. Sí, justo eso es lo que debe provocarnos un libro, la historia es algo principal, pero lo que la hace distinta, lo que hace que nos secuestre, es la forma de contarla.

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  3. Ayla, me ha gustado, me ha encantado, está genial.... Se entiende muy bien lo que dices.

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  4. La historia y la forma, Elena. Todo un tratado de narrativa.

    Buen día.

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  5. No puedo evitar cuando leo un libro pensar en quien lo escribe, no me gusta notar amargura, tristeza... y me identifico mucho con los libros cuando los escriben mujeres, pero para que me encante un libro y piense que es inigualable necesito dos cosas: que pueda aprender y que pueda sentir algo, (reir o llorar).

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