Hace un tiempo nos
referíamos en esta bitácora a un libro testimonio de Guatemala, escrito de cómo
las dictaduras hacen desaparecer a las personas a través de los documentos, de
los archivos clasificados, de la voluntad aleatoria, grotesca y vil de la gente
que está protegida por estos regímenes despiadados. Lo cual puede verse en
abierto en Del silencio a la memoria.Revelaciones del Archivo Histórico de la Policía Nacional.
Una de las personas que ha
salvado el olvido es Adelina Caal Maquín, conocida por Mamá Maquín, líder
campesina que fue masacrada por el ejército junto a hombres y niños en una
manifestación en la zona de Pazós, Alta Verapaz (Guatemala) el 29 de mayo de
1978. Es la época de la dictadura, que se prolonga con Ríos Montt en 1982-1983
en sus cotas más brutales, conocida como genocidio maya. Hasta 1996 no llegan
los acuerdos de paz, pero entonces, la población tiene tan interiorizado el
horror que desaparece de la escena pública y las tierras mayas, xincas y garífunas
son entregadas sin pudor a las multinacionales.
En este año se cumple el
centenario del nacimiento de Mamá Maquín, cuyo nombre permanece en el recuerdo
de la gente de su tierra y en el título de la organización de mujeres exiliadas
en México (a donde llegan cerca de 200.000 personas de Guatemala) que se forma en
1990, no sin la oposición de muchos hombres de los campamentos que no aceptan
la participación femenina. No obstante, la organización crece y presiona al
gobierno guatemalteco para que el retorno (producido entre 1993 y 1998) se
realice con garantías.
A la vuelta consiguen que se
reconozca a la mujer como copropietaria de las tierras matrimoniales, pero los
hombres quieren restablecer el anterior estado de cosas, por lo que las luchas
se replantea en el terreno familiar y en el de la formación, y, sobre todo, en
el político, pues las instancias neoliberales están esquilmando los recursos de
cada territorio.
Nuestro ánimo.
[La revista Pueblos se ocupa con asiduidad de esta tierra].
Sí, nuestro ánimo y que perdure el recuerdo.
ResponderEliminarUn saludo
Eso mismo, Chelo, que perdure.
EliminarSaludos.
La lucha de la mujer siempre es mas sacrificada, pero en sus manos está. Yo me horrorizo cuando veo en oriente a las mujeres con el burka, pero solo ellas lo pueden evitar.
ResponderEliminarParece que puede ser asunto de toda la sociedad. No es algo de un día.
EliminarSaludos.