jueves, 23 de junio de 2016

Hogueras de deseos en San Juan

Stare. Estar en quietud, aunque no en inactividad.
Nocte. El silencio, aunque no sin palabras.
En la niñez, por San Juan, vivíamos con la hoguera de San Pedro Manrique, cercana a nuestro pueblo. Imaginábamos las pisadas firmes sobre la alfombra de brasas. Así lo hablaban los hombres en la fragua. Así, las mujeres en la costura del final de la tarde. Cortaban el roble en los montes de Sarnago (evitando a las brujas). En nuestro pueblo el fuego era de encina. A sus ascuas se arrimaban los pucheros de barro y sobre ellas se colocaba el trébede para poner encima la cazuela de la leche (de la que las criaturas cuidábamos de que no se saliera).
En los plenilunios suele funcionar la antigua ecuación: quien más se da, más recibe. En los solsticios, la antigua fórmula: escribe en un papel algo de ti de lo que deseas desprenderte y quémalo; escribe en un papel algo de lo que deseas que florezca y plántalo.
Escribe Clara Janés ‒enhorabuena‒:
Prisionera de un pánico invencible,
y aunque sé de la inutilidad de todo sueño,
desde esa cárcel torturante que es la vida,
pido la autonomía total del hombre
y el derecho a no justificar para nada
su existencia.

Salud.

5 comentarios:

  1. No deja de ser impresionante el ver esas imágenes de quienes caminan sobre ascuas.

    Saludos.

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    1. Y, haciéndolo desde allí, lo es. Aunque ya se ha convertido en algo turístico.

      Saludos.

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  2. Para nada sería yo capaz de caminar sobre las ascuas Ignacio. Cuando era pequeña, en mi pueblo las hogueras no se hacían en San Juan y si en febrero para el carnaval.

    Un abrazo.

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    1. Ya, Conchi, no es fácil caminar sobre las ascuas. Yo tampoco lo he hecho.

      Ahora que lo dices, también había hogueras en carnaval.

      Abrazos

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  3. El convencimiento en lo que se hace muchas veces consigue cosas que aparentemente son difíciles como caminar sobre ascuas.
    Conocía lo de quemar aquello que no nos gusta, no lo de plantar algo que quieres que florezca, em ha parecido bonito, el próximo San Juan lo aplicaré.
    Un saludo

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