La lectura que hacemos hoy día es por obligación o por devoción?
Caso aparte es la necesidad cotidiana de la lectura, sino no sé como compraríamos sin que nos timaran, cogeríamos el bus, contratos y un largo etcétera.
Según las estadísticas en España el índice de lectores no es muy alto, la pregunta es por qué?
Quizá cuando nos debían motivar para ver la lectura como una forma de aprender, de explorar nuevos mundos y de disfrutar, nos obligaron a leer libros tan aburridos, enrevesados que nos quitaron las ganas de leer para los restos.
Por eso creo que nos debemos apoyar en los centros docentes para que los niños aprendan desde corta edad la utilidad de las bibliotecas, tanto las escolares (cada vez en más centros) como las públicas.
Creo que si desde los centros no se les motiva hacia la lectura lo tenemos mucho más difícil para fidelizarlos, porque está claro que en el colegio se tiene que elegir lecturas didácticas pero el enfoque que se le dé puede hacer mucho y crear nuevos lectores o simplemente lectores temporales, que una vez han pasado las pruebas escolares se olviden de la lectura. Ahí es donde entramos nosotros con otro enfoque, el de la diversión, a través de las actividades, aunque algo falla, no??, lo digo porque no tenemos tantos usuarios como se desearía.
Aunque el problema no sólo está en buscar nuevos usuarios en los peques, sino en gente adulta que quizás no ha podido decidir si le gusta la lectura ya que se ha visto privada de ese lujo que es la educación o de tiempo, porque sólo se podía trabajar.
Caso aparte es la necesidad cotidiana de la lectura, sino no sé como compraríamos sin que nos timaran, cogeríamos el bus, contratos y un largo etcétera.
Según las estadísticas en España el índice de lectores no es muy alto, la pregunta es por qué?
Quizá cuando nos debían motivar para ver la lectura como una forma de aprender, de explorar nuevos mundos y de disfrutar, nos obligaron a leer libros tan aburridos, enrevesados que nos quitaron las ganas de leer para los restos.
Por eso creo que nos debemos apoyar en los centros docentes para que los niños aprendan desde corta edad la utilidad de las bibliotecas, tanto las escolares (cada vez en más centros) como las públicas.
Creo que si desde los centros no se les motiva hacia la lectura lo tenemos mucho más difícil para fidelizarlos, porque está claro que en el colegio se tiene que elegir lecturas didácticas pero el enfoque que se le dé puede hacer mucho y crear nuevos lectores o simplemente lectores temporales, que una vez han pasado las pruebas escolares se olviden de la lectura. Ahí es donde entramos nosotros con otro enfoque, el de la diversión, a través de las actividades, aunque algo falla, no??, lo digo porque no tenemos tantos usuarios como se desearía.
Aunque el problema no sólo está en buscar nuevos usuarios en los peques, sino en gente adulta que quizás no ha podido decidir si le gusta la lectura ya que se ha visto privada de ese lujo que es la educación o de tiempo, porque sólo se podía trabajar.
Es cierto, son necesarias dos cosas: la primera, que desde el colegio (y en casa, claro: sin las dos cosas, apañados estamos...) se propongan lecturas interesantes y motivadoras (pero cuidado con la "maquinaria editorial" y las propuestas de lectura absurdas y ramplonas). La segunda, que todos aquellos que no han tenido la suerte de descubrir la lectura encuentren camino para hacerlo ahora como adultos. Sin embargo, soy un enemigo furibundo de la lectura de "cualquier" libro. Hay libros mucho más nocivos que un videojuego o una serie de televisión. Descubramos la auténtica lectura, e iluminemos a los demás en esta senda.
ResponderEliminarSi cuando nos piden que recomendemos un libro, tarea muy peligrosa, acertamos de lleno, la gente vuelve ilusionada y encantada a por otro como el que le recomendaste que le encantó, argghhhh, aquí se comienza a formar un bucle peligroso aunque el primer paso (fundamental) ya está dado...
ResponderEliminarEs más problemático el caso de los jóvenes sobre todos varones en esa franja de edad entre los 15 y los veintitantos no lee ni uno, las chicas sí, los chicos no.
Motiva tú a uno de estos, no se acercan a la biblioteca jamás, sólo cuando hay exámenes, y vienen con sus apuntes exclusivamente, de ahí el conocido apodo de apuntófagos.
Hay un hecho que debemos recordar. Nuestros niños y preadolescentes leen, pero dejan de leer al llegar a la juventud. En los centros escolares y en casa, producto de la pubilicidad, el cine y otras herramientas, se han acostumbrado a leer un tipo de libros con los que disfrutan muchísimo pero no les preparan para leer de mayores. Estos libros que se les recomienda para sustituir a los clásicos y los que dominan las listas de los más vendidos para este público, son fáciles de masticar y digerir, pero no les lleva más allá. Seguir por este camino es un error y sólo crea lectores fáciles y fantasiosos que, en cuanto pueden, se van al cine a ver películas fáciles y fantasiosas.
ResponderEliminarAsí que ni lo de antes ni lo de ahora.
No recuerdo que nadie me motivara especialmente a leer cuando era pequeña, debe ser que tengo esa tendencia de manera natural; sí recuerdo largas tardes después del colegio, en un pueblo y con una televisión con dos canales bastante aburrida fuera de los dibujos de media tarde, igual eso influye. Pero también recuerdo a compañeros de clase eligiendo libros de la mini-biblioteca que teníamos en 4º en función de su grosor "este no, que es muy gordo"... todavía hoy odio esa frase (que por cierto oigo de vez en cuando en la sala infantil dicha por mamás y papás de hoy en día cuando sus pequeños escogen lectura)...
ResponderEliminarEs que les hay muy gordos, miau, dan mucho míedo, mira el del Señor de los anillos, para llevártelo de viaje, chungo.
ResponderEliminarEn cambio donde esté un pijama de rayas o un pomponio, siempre será mucho más manejable, todo es valorable, ya sabemos que el tamaño no es tan importante, ¿o si?... XDDDD
mi madre tene la culpa de que empezara a leer.. la veía en casa y me llamaba la atención... un día estando malo me dejo un libro.. y ya no pare.. ahora busco huecos pa leer a ratos
ResponderEliminarA mí tampoco me motivó nadie, eran otras épocas en las que, como dice Bibloteclaria, no habia casi de nada y las opciones de esparcimiento tenías que buscartelas por tu cuenta. Es muy importante que en tus manos caiga el libro adecuado en el momento oportuno, y ese libro es el que te engancha y te abre la puerta del mundo de la lectura.
ResponderEliminarYo recuerdo como un tostonazo la lectura obligada de Platero y yo. Quizás ahora lo devoraría con gusto. Menos mal, que tenía a mano otros grandes bloques de letras en casa, pero escogí yo.
ResponderEliminarCreo que las lecturas infantiles tratan un poco de "tontitos" al público al que va dirigido.
(Una opinión y hablando en general)
Pues yo recuerdo como una tortura Luces de Bohemia..., y ahora estoy segura de que me encantaría, en fin, ni lecturas de tontitos porque hay algunas adaptaciones que dan pena, ni lecturas complicadas y retorcidas..., a un bebé yo nunca le daría un chuletón.
ResponderEliminarLas lecturas obligatorias en secundaria han cambiado mucho ( yo recuerdo Tormento de Galdós, obligatoria en 2º de BUP y se me pone la piel de gallina), pero no sé qué calidad literaria tendrán estas nuevas lecturas; las que nos mandaban a nosotros igual eran truculentas, hiperreales y muy densas pero su calidad era innegable, a mí me han ayudado mucho en lecturas posteriores porque no dejan de ser clásicos sobre los que se sustenta la literatura posterior.
ResponderEliminarrecuerdo como una tortura Luces de Bohemia
ResponderEliminarNo te pongas estupenda, superiora! XDDD
qué chasco miau, pensaba que si lo era... snif, snif... XDDD
ResponderEliminarHubo un anuncio en televisión,creo que del Ministerio de Cultura, que decía "Si tu lees, ellos leen".
ResponderEliminarMe cautivó, creo que no hay verdad más grande.
Hola. Lo que creo es que si no hay una curiosidad por un tema concreto, no se leerá. Pero si se fomenta la curiosidad y se da pistas a los menores, éstos buscarán éllos mismos los libros que les interesen. Es una idez. Un saludo. Manzacosas
ResponderEliminarA mi tampoco me motivó nadie. Eran unos tiempos en los que había poca cosa, y poco dinero para adquirir libros.
ResponderEliminarSobreviví con las tiendas de intercambio, tu llevabas tus cuentos o libros y te llevabas otros.
Un buen sistema que dicho sea de paso
recuerdo con nostalgia.
Hoy afortunadamente uno puede nutrirse de las bibliotecas, la pena es que no se aprovechen más, aunque siempre estamos los que sacamos buen provecho de ellas.
Desde luego que cualquier cosa hecha "por obligación" siempre resulta más ingrata que si se hace por gusto, pero a veces "lo obligatorio" nos lleva a conocer situaciones, personas o capacidades personales insospechadas. Pienso que lo mismo sucede con la lectura a cualquier edad. Esa franja de lectores que hace saltar la alarma negativa de las estadísticas, leerán -algo es algo- lo prescrito en el aula, al menos si quieren aprobar y siempre lo recordarán (como hacemos todos: para bien o para mal). Otra cosa son los contenidos, la oportunidad, la influencia de tal o cual lectura; y otra cosa es que, a esas edades, tengan otros intereses por los que interesarse (valga la redundancia)... pero esos son otros temas para hablar largo y tendido alrededor de un café. “Pos eso”.
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