sábado, 18 de enero de 2014

Gelman Ferroviario Gamonal Haitiano

En este tiempo de cerezas, en el que las calles se animan, se nos ha muerto Juan Gelman (1930-2014), allá al otro lado del océano ‒A los explotados de ambos mundos‒. En estos días (previos al silencio) en los que olvidamos que somos consumidores, me viene a la memoria una carta enviada por un ferroviario de la estación de Burgos al periódico de la ciudad El Castellano,  diario defensor de los obreros (y patronos) católicos, publicada el viernes 3 de julio de 1936, página primera: «Las mejoras que piden los ferroviarios actualmente no tienen nada de extremistas puesto que cualquier servicio del Estado o empresa formal tiene asignadas mayores remuneraciones, con menos riesgo y sin mayores conocimientos, y solo con un fin tendencioso puede hacerse saber a la opinión pública que nosotros los ferroviarios pretendemos que no haya un sueldo tope dentro de cada escalafón. Lo que deseamos es que toda clase de agentes tenga un sueldo que cubra sus necesidades. Las Organizaciones y los ferroviarios en general queremos con gran tesón que desaparezcan los viveros de parásitos que son hoy los Consejos de Administración y Direcciones de las Empresas [ferroviarias] fundiendo todo en una sola Dirección del Estado con intervención del personal, para, recogiendo las iniciativas de este, dar impulso al tráfico ferroviario y estar en todo momento al corriente de la situación económica de los ferrocarriles única manera de que el personal no pretenda reivindicaciones superiores a las posibilidades económicas del negocio».
Y Gelman escribe en Relaciones (Buenos Aires, 1971-1973):
una flor crece donde estuvo preso y murió Toussaint Louverture
por la abertura de esa muerte una flor
crece en el castillo de Joux donde estuvo preso
y murió el haitiano más negro que se conoce
el más joven el más adelante que se conoce
negro Toussaint el general libertario

¿acaso comía como todos vivía como todos moría como todos Toussaint Louverture?
comía como todos vivía como todos moría como todos
sólo una flor le crecerá por una agujero
después que haya morido tal vez sin arreglar
todas las cuentas que tenía que arreglar
con la vida la muerte
Y ahí estamos, en ese humilde lugar que es una abertura, en ese agujero que es un no-lugar florecido.

5 comentarios:

  1. Juan Gelman vivió, sufrió y escribio sobre esa vida y ese sufrimiento. Así son los poetas, imprimem el alma en sus cuadernos.

    Hermoso homenaje, Ignacio, descanse en paz. Un beso

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  2. Pues sí, Mere, no está de más ese homenaje, y un vistzao a su compleja vida.

    Besos.

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  3. Que buena esta entrada dedicada a Gelman, mi compatriota. Merecido homenaje a un gran hombre.
    saludos

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  4. Vaya, Karin, cuentas con singulares compatriotas.

    Saludos.

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  5. Prefiero abertura a agujero. Abertura provee de futuro, agujero no. Si cada cual pone topes al prójimo estamos todos en un agujero. A los ferroviarios les barreaban la promoción. Un poco más de abertura, por favor.

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