martes, 13 de octubre de 2015

Promesa (Religiones) en Cynthia Ozik

No deja de sorprenderme que la promesa que sucede (supuestamente) en el monte Sinaí hace cuatro mil años entre un Dios y un Pueblo, en la que ambos adquieren compromisos mutuos, continúe rigiendo hoy tantas vidas y, por supuesto, el sesgo religioso  impregne una notable parte de la literatura desde aquellas sagas irlandesas, siendo durante siglos objeto preferente de la Inquisición, sin olvidar autores militantes como Bernanos o conversos inesperados como Junoy.
Hace unos meses que se han editado los Cuentos reunidosCollected Stories, de 1904‒ de Cynthia Ozick (Nueva York, 1928), una de las autoras con personajes en los que en mayor medida permanece este pacto milenario, superior incluso a los de Philip Roth o Bernard Malamud, la cual considera que lo fundamental de una obra es la expresión que logren captar de su contexto y de la época histórica en que les toca vivir, y en donde la literatura por sí misma carece de valor, es más, es un acto de soberbia (contra ese Dios de los mandamientos). Relatos como La maleta (págs. 168-195) es reflejo de lo que hablamos al comprobar la vacuidad del mundo artístico contemporáneo.
No se crea por ello que la autora desdeña la forma: «En su voz capté una ironía que me sorprendió, subrayada con una precisión tan deliberada que se me antojó áspera. Me dio la impresión de que de cada palabra colgara una fugaz hebra blanca de enorme pureza, similar a la de la seda virgen, que ella entonces estaba obligada a cortar diestramente con los dientes».
Sencillamente, creo que la autora está asustada. Sus personajes (rabínicos) continuamente tienen tentaciones de paganizarse. Lo hebreo y lo heleno. El pueblo que es minoritario y extranjero en una sociedad americana que va tragándose las señas de identidad de quienes entran en su círculo.

10 comentarios:

  1. Me parece muy interesante tu recomendación. Me quedo con el título del libro y si lo encuentro te aviso.
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Interesante recomendación, yo también me lo apunto.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Tengo que confesar que no la conozco a la autora. Por otro lado me encanta lo que cuentas de sus cuentos. Un fragmento impresionante.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una escritura singular, U-topia, sin duda. Además, tiene esa ironía judía tan característica.

      Abrazos.

      Eliminar
  4. Un monte, unas piedras. ¡Cuánta historia!

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya lo creo. Nuestra mente es capaz de crear mundos en cualquier lugar.

      Saludos.

      Eliminar
  5. El tema me interesa mucho Ignacio, intento buscarlo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Nos encantan los comentarios y que nos cuentes lo que quieras.