martes, 8 de diciembre de 2015

Ajedrez, una de las bellas artes

¿Saben? El arte es algo artificial, como la religión y la filosofía […] un timo. El ajedrez, en cambio, es la batalla. Se le tiene por deporte. Un brutal deporte […] Si es algo, es lucha.
Así decía Duchamp a sus amigos Octavio Paz, Truman Capote o Man Ray para provocarles cuando hablaban de ajedrez. Ray, por su parte, opinaba que «el ajedrez es un juego en que se desarrolla una inmensa actividad, pero que no deja huella alguna». Y Capote tampoco veía la profundidad que el primero le atribuye. Pero son artistas opinando sobre ajedrez. Nada más. Lo de Duchamp es distinto porque dejó aparcado el arte durante unos años para dedicarse al estudio y al juego de los escaques.
Otra mucha gente creativa ha hecho algo parecido. En las Confesiones de Rousseau puede leerse: «He vivido de mis pasiones, y mis pasiones me han matado; pequeñeces, las cosas más pueriles del mundo, pero que me afectaban como si se hubiese tratado de la posesión de Elena o del trono del universo». Una de ellas era las conquistas femeninas ‒«cuando hube poseído una, mis sentidos estuvieron tranquilos, pero mi corazón jamás»‒. Otra, la música ‒«menos fogosa, pero no me dañaba menos por el ardor con que a ella me dedicaba, por el tenaz estudio de las obras de Rameau, por mi obstinación de recargar mi memoria».
Y le llegó el turno al ajedrez cuando, en 1736, el ginebrino Bagueret le enseñó a jugar. «Eso fue bastante para que este juego absorbiese todo mi espíritu. Me proporcioné un tablero y compré el Calabrois ‒conocido manual de la época‒; me encerré en mi cuarto, en donde pasaba días y noches empeñado en aprender de memoria todas las partidas». Para salir al cabo de tres meses, «delgado, amarillo y atontado», y dirigirse al café donde se reunían jugadores de ajedrez.

Chaplin, Lauren Bacall, Bogart o Kubrick son personajes que aparecen en el libro de Hugo Vargas (al que nos referimos en la anterior anotación): Fianchetto. El ajedrez como una de las bellas artes (2015), aludiendo el título a un estilo de juego del alfil.

12 comentarios:

  1. Hola:
    YO solía jugar al ajedrez de muy joven. No sé por qué luego lo dejé. Es un juego estupendo. Por cierto, me encanta la foto de Lauren Bacall :)
    Besos

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  2. Bueno, Celia, a mi me sucede igual. Ya apenas juego. Aunque confieso que me pone algo nervioso.

    Es cierto lo de la foto.

    Abrazos.

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  3. Para mi, es un juego bastante complicado y absorbente, la verdad es que me gustaría aprender, pero creo que acabaría como Rousseau.
    Interesante entrada.

    Un abrazo.

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    1. En fin, Conchi, cualquier momento es apropiado para aprender a ajedrez. Seguro que te conviertes en una maestra.

      Un abrazo.

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  4. Si Rousseau se tomó así el ajedrez, qué habría sido de él de haber topado con los videojuegos. Quijote, un juego de niños en comparación (teniendo en cuenta lo que son los videojuegos).

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    1. Pues, fíjate, ebge, tal vez no le hubiera dado tiempo a escribir las confesiones.

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  5. Me encanta el ajedrez, durante una ´poca jugu´mucho (varias horas a diario), perdí a mis compañeros de juego al cambiar de curro... y casi he dejado de jugar. Una pena :)

    Yo habría dicho que el título era un homenaje de 'El asesinato considerado como una de las bellas artes', de Thomas de Quincey.



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    1. Siempre es factible encontrar lugares donde se juega al ajedrez (en las ciudades algo grandes).

      Saludos

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  6. Preciosa reflexión sobre este juego. Te recomiendo encarecidamente el relato Novela de ajedrez, último escrito de Zweig en 1941, poco antes de su suicidio (enero de 1942). Fue publicado de forma póstuma en 1944 y es una crítica al nazismo y a los métodos “sutiles” de la Gestapo: la incomunicación y el aislamiento total. Y ahí el ajedrez es protagonista.

    Abrazos!!

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    1. Gracias, U-topia. El juego merece la pena algo de detenimiento. Aunque a mí suele ponerme nervioso.

      Es cierto lo que comentas de "Novela de ajedrez". Me gustó mucho cuando lo leí.

      Abrazos.

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  7. El ajedrez es una arte, y hay que jugar muy bien para hacer de este deporte algo brillante.

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