jueves, 19 de febrero de 2009

Entre papel y pucheros: Magdalenas (II)

Esta receta casi podría llamarse como el famoso libro de Márquez, Crónica de una muerte anunciada. Y es que en la cocina no podemos pasar por alto nada cuando intentamos realizar unas magdalenas de pasta tan fina y delicada como las palentinas. Su sabor es inconfundible, con un toque de limón natural que gusta mucho.
Ingredientes: 3 huevos, 150 gramos de azúcar, 150 gramos de mantequilla, el zumo de medio limón y 150 gramos de harina.
Se separan las claras las yemas. Juntamos las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla ligera y espumosa. Añadimos el zumo de limón (sin pepitas, gracias) y la mantequilla, derretida previamente en el microondas. Removemos bien y vamos añadiendo por último la harina poco a poco.
Ahora viene cuando la matan: montar las claras a mano. Lo digo porque este es mi caso, que soy pobretona y no me han querido regalar una batidora por Navidad. Si los huevos salen rebeldes, corres el riesgo de que las claras no monten bien y luego las magdalenas no suban como es debido, ya que no llevan la ayuda química de la levadura.
A la pasta anterior resultado de la amalgama de ingredientes añadimos las claras. Veremos que disminuye su espesor y aumenta el volumen imperceptiblemente. Llenamos moldes con la masa resultante y les cocemos en el horno a unos 160 º C. No como en la receta original, que indica a 200 º C y me salieron magdalenas cubanas.
En fin, mucho resquemor tengo a estas puñeteras. Son las favoritas de mi pareja y de vez en cuando le obsequio con una docena (no salen muchas más, lo siento). Hace una semana me quedaron fatal: morenas de rayos uva, a medio hacer por dentro y planas. De sabor ricas, pero de aspecto incomibles. Para mí que se juntaron unos huevos petardos, una mantequilla con grumitos indisolubles y un zumo de limón con más pepitas que ni sé. Eso sí, no me desanimé e hice otra tanda que quedó estupenda.

Cada cual que asuma sus riesgos. Yo haría las del post de hace dos semanas. Eso sí, sin Márquez al lado por si las brujas andan entre fogones y nos fastidian el invento.

4 comentarios:

  1. Hmmmm, los jueves es día de pecado..., no se si Dual conseguirá enseñarme a cocinar, pero despierta mi apetito de una manera. Ahora mismito me voy al recreo a comer un pincho.

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  2. Ay! qué me da algo... qué pinta por favor!!!! no puedo, no puedo, no puedo....me han recomendado cuidarme y las magdalenas para mis sueños....arggghhh!!!!:(

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  3. Usted está estupenda madre, no necesita cuidarse,para los sueños tenemos al padre Emilio, el resto son pecaditos de nada.

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  4. No vendrían nada mal para reponer energía en estas complicadas tardes de biblioteca-surtidor de carnés cyleoneses. ¡Y con aroma de limón! {:(D)

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