miércoles, 11 de diciembre de 2013

Microlocas. Sucede

Juntarse. Por las ganas de mostrar o por la inutilidad de esconder o por el placer de compartir; por el deseo de hablar o por la huida de callar o por el gozo de conversar; por el amanecer o por el anochecer o por el mediodía; por la luz o por la sombra o por la claridad. Sucede que compartimos que conversamos que nos movemos que descubrimos.
La tierra literaria contiene numerosos espacios a los que asomarse, visitar, derribar o edificar. Y ahí están las Microlocas (Isabel González González, Teresa Serván, Isabel Wagemann y Eva Díaz Riobello) construyendo el suyo propio, al tiempo que se acercan a la Aldea de F., que en El guardajugas nos mostrara el mexicano Juan José Arreola. Todo en el microrrelato ‒practicado en Taller de escritura creativa Clara Obligado‒ coral, saliendo de la cápsula de este producto acogido por nuestra sociedad y elaborando un texto secuencial (no lejos de los parajes de Spoon River).
Pasa el tiempo y ahí quedan esas cerca de doscientas páginas de La aldea de F. (en las mexicanas Ediciones del Punto de Partida, 2012), en las que se desborda la inteligencia, el humor, la sensualidad, la arquitectura… según corresponde a la juventud de sus autoras.
[Los derechos de la fotografía corresponden a Isabel Wagemann, que todo hay que decirlo].

2 comentarios:

  1. Son encantadora y seguro que tienen mucho que decir y que aportar... La Aldea de F promete una peculiar visión de las cosas.

    Gracias, Ignacio. Les seguiré la pista... Adelante, Microlocas.

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  2. Pues sí, Mere, incluso podrías verlas en alguna de las sesiones que tienen en Madrid.

    Un abrazo.

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