«Pues a mí eso no me parece literatura», dice Laura, que se ha sentado conmigo en la cafetería esta
mañana. «¿Qué quieres que te diga?», interviene la Camarera, «no hay reglas para dictaminar si algo es literatura o no lo
es». «Ya, pero, fíjate, en las treinta
páginas que llevo leídas aparece trece veces la palabra magia, lo cual no me resulta muy elegante en la narración de un
texto. Creo que magia es de esos
vocablos de los que no hay que abusar; se ha convertido en un término comodín;
cuando escuchas programas de televisión o radio para niños o en los
cuentacuentos, todo es mágico. De tanto utilizarla, pierde sentido y valor». «¡Mujer!», vuelve la Camarera, «hay que tener en cuenta que es una historia en la que se da
por sentado que quien narra es una preadolescente, y tiene que darle un aire”.
“¡Ya, preadolescente!”, salta Laura, «y
habla de Leibniz o de
Walter Benjamin como si desayunara con ellos todos los días. O cuando cita
frases de su abuelo; ¡mira esta de la página 40!: “Dice que son heroicos
oponiéndose a su modelo familiar y encarnan la diversidad necesaria para que el
mundo mantenga el equilibrio”. Ni yo misma me suelto con semejante discurso.
¡Para que luego digan que la gente joven adolece de comprensión lectora!».
La
verdad que a mi el libro no me disgusta (ni la compañía de la que disfruto
ahora, lo que creo que adivinan aunque no diga nada). Está lleno de
imaginaciones y, si te abres, sientes que te recorre una corriente marina que deposita
caracolas sobre la piel, una brisa azul que sosiega. A todo esto, se trata de Las alas de mi padre, de Milena Agus. Lo demás, eso de si sus
páginas son literatura o no lo son, no me interesa demasiado en esta época en
que me asomo a la ventana por las mañanas y en los atardeceres para escuchar a las
golondrinas.
Son las preguntas de nunca acabar. ¿Qué es literatura de
calidad? ¿Qué hace que un libro tenga éxito? ¿Es necesario el reconocimiento?
¡Vaya, otra de tantas obras de las que no sabemos bien cómo será su futuro!
ResponderEliminar¿Será recordada dentro de cinco años? Al ritmo que vamos, no creo.
Saludos.
Posiblemente tienes razón. Tal vez la magia lo saque del olvido.
EliminarSaludos.
Cada día en la biblioteca llega gente preguntando por novedades, muy pocos preguntan por un libro bueno, queremos lo último, lo exclusivo, pero eso hace que lo bueno caiga muchas veces en el olvido.
ResponderEliminarAunque lo bueno siempre sea subjetivo, no nos olvidemos.
Ayla y sus percepciones, a valorar siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Quien sabe esa respuesta!. La gente lee, eso está bien claro, sea lo que sea. Está por llegar el verano y todo el mundo en la playa descansa leyendo. Eso lo he comprobado. Yo me fijo siempre en los títulos, se puede ver cual está de moda en el momento.
ResponderEliminarLe deseo suerte y muchas ventas.
un beso
Buenos momentos de diálogo.
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