Leía ayer La Campana de Palo, periódico de Bellas
Artes y Polémica, editado en Buenos Aires entre 1925 y 1927. Atractiva
publicación, de estilo fresco, que ofrecía algunos textos inéditos, tal ¿En qué consiste la libertad verdadera?,
de Tolstoy, en traducción de Alejo Abutcov (conocido compositor y concertista,
con su violín de 1650, que logra escapar milagrosamente de las cárceles
bolcheviques y se asienta en Argentina, donde pone todo su caudal al servicio
de una colonia tolstoiana). Este quincenario, dirigido por Atalaya y Carlos
Giambiagi, con textos de Álvaro Yunque y de León Felipe, como conocidos por
aquí, publica alguna encuesta que resulta curiosa. No sé si hoy tendrían
sentido.
La primera es al finalizar
1926, en que pregunta a una quincena de personalidades de las letras argentinas
¿Cuál es, a su juicio, el peor libro del
año? A lo que contesta Alfonsina Storni: «Zogoibi, como toda novela solo para señoritas es francamente incoloro.
No concibo de qué manera se han podido acumular tantas idioteces en un solo
libro, superiores en cantidad y calidad a a las acumuladas durante cinco años
de misticismo por mi querida amiga Raquel Adler». Y Jorge Luis Borges: «¡Amalaya
con estas encuestas de Juicio Final! Pero la pregunta es linda y acogedora como
sombrilla de alero, y me le voy a atrever. Zogoibi
es un libro sobre el cual pesa la fatalidad del sino de su autor, hombre leído
que ha escrito páginas llenas de hostiles zonceras, en las que no se encuentra
ni un chelín de ingenio. Páginas baldías, huérfanas de la claridad de los
patios. Páginas zumbadoras y pesadas como moscardón de campo a mediodía».
Más de una docena nombran a Zogoibi [o el desventurado, de Enrique Larreta, apodo con el que se conoce a
Boabdil después de la pérdida de Granada], aunque no falta quien dice «En “prosiverso”
los libros de Jorge Luis Borges», caso de Ernesto Mario Barreda.
La Campana de Palo [¿símil
de nuestra bitácora?], una vez callado el «bronce armonioso y fúlgido de los
remotos tiempos ‒mezcla alquitarada de metales nobles‒, convertida en insonoro
y apolillado leño».
[Ilustración de Standstill]
La verdad que no sabría qué contestar si me hicieran esa pregunta. No soy muy de libros del año.
ResponderEliminarPero resulta original. Saludos.
En eso coincidimos. A mí tampoco se me ocurre qué contestar.
EliminarSaludos.
Hasta ahora solamente el libro "Los Versos satánicos" de (Salman Rushdie) es el que no he sido capaz de pasar de la página 80.
ResponderEliminar¡¡Feliz Navidad y venturoso año 2017 para ti y tu familia Ignacio!!.
Gracias, Conchi. Lo mismo te deseo.
EliminarFeliz Año.
Sabes, a mi me cuesta mucho pensar en el peor libro ni del año ni de nunca, me parece que cada libro tiene su lector, ese para el que la historia tiene un significado y sobre todo porque creo en el esfuerzo de quién lo ha escrito.
ResponderEliminarEn estos días de deseos, espero que pases unas fantásticas fiestas.
Un abrazo
Entiendo lo que dices, Conxita. Efectivamente, suele haber un esfuerzo (que puede ser enorme) detrás de obras que nos resultan insulsas.
EliminarIguales deseos para ti, de corazón.
Un abrazo.
Hola Ignacio:
ResponderEliminarVengo a desearte unas Felices Fiestas y un año 2017 maravilloso.
Yo aún tardaré algo en volver.
Muchos besos.
Gracias, Celia.
Eliminar¡Cómo lo agradezco y te lo devuelvo con mis mejores deseos!
Besos blancos.