La biblioteca del futuro.

No, no voy a hacer una sesuda y estudiada reflexión sobre como será la biblioteca del futuro, abierta a las nuevas tecnologías de información, los ebooks, ni estas cosas... sólo me hago eco de un correo que circula por la red, con fotos de cómo se trabaja en google, y claro, el duende, que está a todas, se plantea ¿cómo se podría aplicar estas cosas en la biblioteca?

Por ejemplo:

Ese tobogán... jo, ya estoy viendo el tobogán desde la segunda planta de Cervantes hasta el mostrador de préstamo, donde el usuario se lanza raudo, feliz y veloz, con su libro, para que el bibliotecario se lo preste.

Y claro, el bibliotecario también estará con una sonrisa de oreja a oreja, porque habrá estado media hora en el depósito, pero no ordenando viejos libros, sino en un cómodo sillón de relax con masaje, con vistas a pantallas cibernéticas, que le muestran grandes bibliotecas, que inducen a la paz y al sosiego.

Veo salas, salas enormes con pantallas enormes, donde se proyectan audio-video libros, de modo que los usuarios pueden escuchar sus libros preferidos, mientras se ven imágenes de esos libros. Y luego se puede compartir la “lectura”, vamos, como un club de lectura, mientras se degusta un piscolabis que estará preparado a tal efecto.

¿y qué me decís de la wii? Además de wi-fi, pues también sesiones de wii, un elemento sin duda interactivo, e integrador. (dedicado al gato, con todo mi cariño)

Seguro que a todas/os vosotras/os se os ocurren otras tantas aportaciones para esta “peazo” biblioteca que vamos a poner en funcionamiento.
En fin son algunas reflexiones sobre una hipotética-utópica biblioteca del futuro. Vale, lo asumo, al duende se le va mucho... ¿será la sobredosis de fútbol?