Después de comer un cuenco de
orondas cerezas que no saben a nada, ojeo Lápiz.Revista Internacional de Arte, que va por su número 284, en el año treinta
y tres de existencia (por supuesto ya disponible para iPad), y me entero de que
la galería Knoedler, de Nueva York, pagó en el año 2001 a la marchante de arte
Glafira Rosales 950.000 dólares por una obra atribuida a J. Pollock, Sin título, fechada en 1950. Seis años
después, en 2007, el coleccionista Pierre Lagrange la compró por 17 millones (también
de dólares), pero cuando quiso venderla en 2011, fue rechazada por las casas de
subastas al dudar de su autenticidad (con buen ojo, pues los pigmentos resultaron ser posteriores a la muerte de Pollock). El asunto quedó en que la prestigiosa
galería (activa desde 1846) cerró tras entenderse con Lagrange, descubriéndose
que Glafira les había colado en los
últimos años, además, unas sesenta falsificaciones de artistas de renombre
universal.
¡Y yo que me quejaba de unas
tristes cerezas! Pero el día está siendo provechoso, pues me he enterado
igualmente (aunque no en Lápiz) que El Greco no pintaba por ser religioso ni por estar imbuido de la mística
castellana ni fruslerías semejantes. Eso nos lo han contado nuestros
intelectuales de principios del pasado siglo ‒Ortega, Unamuno o Cossío, e incluso la joven M. Nelken en Glosario y en El Fígaro‒
influenciados por el francés Maurice Barrès (1862-1923). Sencillamente era un
pintor como la copa de un pino, que, por si fuera poco, transgredió en las
formas y contornos, pero tuvo una feliz relación con los colores y con el mercado del momento. Vamos, que pintaba lo que le encargaban.
Ya que después de ver la muestra
El cuerpo que me lleva del brasileño ErnestoNeto ‒que no todo son jugadores de fútbol‒ no me siento muy puesto en captar el
diálogo en pie de igualdad entre su arte y el espacio en el que expone, me he
provisto del libro de Saehrendt y Kittl, Arte
moderno para inexpertos, y he terminado por no hacer sangre de las cerezas,
pues ahí se narra una de las acciones de guerrilla cultural de Bill y James,
después de que se hicieran millonarios con la banda KLF en los ochenta, en la
que quemaron un millón de libras en una isla escocesa, logrando que permaneciera la ardiente pira
durante una rica hora (de la que no se sabe qué pensarán ahora que se
encuentran en la ruina).
[Slideshow, de Neto. San Juan, de El Greco].
""Estamos en esto solo por la pasta", (We are only in it for te money), decía el rokero Frank Zappa.
ResponderEliminarSaludos.
En fin, es una cuestión muy debatida y seguro que no se llegará nunca a conclusión satisfactoria para todo el mundo. Incluso hay momentos dela vida que eso es cierto y otros en que no.
EliminarSaludos.
En fin, es una cuestión muy debatida y seguro que no se llegará nunca a conclusión satisfactoria para todo el mundo. Incluso hay momentos dela vida que eso es cierto y otros en que no.
EliminarSaludos.
Mezclar cerezas con El Greco, en fin eso si te doy la razón en cuanto al sabor de las frutas. has probado últimamente un buen tomate algunos parecen hasta de goma....
ResponderEliminarYa, Karin, la solución está en que cultivarlos, pero no tengo ánimo para esas cosas.
EliminarSaludos.
Ya, Karin, la solución está en que cultivarlos, pero no tengo ánimo para esas cosas.
EliminarSaludos.
your blog is very interesting, I will visit again in the next article
ResponderEliminarcara memikat hati wanita solehah
Gracias, Lambe. Te damos la bienvenida.
ResponderEliminarAl final, dado el subjetivismo, lo máximo a que aspiramos es a preguntarnos por qué hemos de poner la paciencia a prueba forzando nuestros sentidos y sentimientos en obras que no nos trasmiten nada, ni reclaman nuestra atención.
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