martes, 1 de julio de 2014

Raza de patos. Economía sostenible

En esta lluviosa mañana de primeros julio las crías de patos del Arlanzón están a punto de iniciar su vida por separado. Nadan detrás de la madre y apenas puede distinguirse ya, por tamaño, quién es quién. Me resulta curiosa la visión porque no hace mucho que leía en una revista de economía sostenible que hay comunidades con escasos recursos en países donde las desigualdades sociales son abrumadoras que emplean las ocas para la limpieza de los campos y para su abonado. Ya sé que los patos del río y las ocas de Pomerania tienen sus diferencias, pero yo no estoy muy al tanto de ellas, así que me permito mezclar unos y otras.
El asunto me ha venido a la mente al andar junto al río, porque la pasada semana, mientras ojeaba un periódico de 1935-1936 titulado ¡Campo Libre! ‒haciendo alusión el título del semanario a una corriente emancipadora del campesinado de aquellas fechas‒, leí un artículo firmado por Jesusa G. de Martínez, algo ya no muy común el que en la sección «Divulgaciones agrícolas» viniera escrito un texto por una mujer, que en este caso era avicultora en una granja de Bujedo (Burgos, localidad cercana a Miranda de Ebro, donde se encuentra un monasterio con rica biblioteca) y que el mencionado artículo lo fuera sobre «La raza de patos Khaki-Campbell».

Bueno, a lo que vamos, después de alabar a esta raza por los escasos cuidados que reclama en la cría, pues su precocidad es grande, además de que su incubación (natural o artificial) da mayor número de nacimientos que el resto, habla de que a «los treinta días daremos por terminada su crianza, dejándolos corretear por parados y rastrojeras donde encuentran ellos su alimentación, limpiando los campos de caracoles, limacos y demás bichos que tanto perjudican a la agricultura y para ellos son un gran alimento».

7 comentarios:

  1. Es una bonita escena ver a los patitos seguir a su madre pata. Yo tengo la suerte de poder verlos en la Albufera de Valencia, además de otras especies aladas y es un espectáculo precioso, sobre todo al atardecer.

    Saludos Calados.

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    1. Ya lo creo que es una suerte, Gemelas, además de contemplar la madrugada.

      Saludos Blancos.

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  2. me encanta observar los patos, tengo fotos, muchas fotos que suelo sacarles sin parar.
    saludos patosos

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    1. Saludos, Karin. También lo hago yo todas las mañanas (lo de observar, pues sacar fotos me da bastante pereza).

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  3. O SEA QUE CRIAR ESA RAZA DE PAPTITOS, DEJA BUENOS DIVIDENDOS?
    EXCELENTE POST.
    UN ABRAZO

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  4. Parece que sí, ReltiH, al menos en aquellos tiempos.

    Un abrazo.

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  5. Ahí tienes a Jesusa, a la vanguardia en ganadería sostenible. No todo va a ser lucha política, también tiene que haber un hueco para el desarrollo económico. Cuánto mejor nos hubiera ido si en vez de tantos palos, hubiera habido más respeto a los logros y opiniones de todos.

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