En 1823, un tal Alfred Dodse se llevo prestado un libro sobre enfermedades febriles de la biblioteca de la universidad de Cincinnati.
El libro fue devuelto a la biblioteca por uno de sus biznietos el 7 de diciembre de 1968, ¡145 años después!
Impresionados ante semejante muestra de honradez, las autoridades de la biblioteca no cobraron
la multa por retraso, que hubiera ascendido a 22.264 dólares.
Ayyyyyy!!!!, si somos más güenos, que güenos.
¿Y si en vez de multa de dinero fuera sanción por tiempo?
ResponderEliminarPero nada, oye, que un despiste lo tiene cualquiera... y, además de las hipotecas podemos dejar en herencia una sanción bibliotecaria...
dejar en herencia una sanción bibliotecaria...
ResponderEliminarBuenooooo, esta aportación que acabas de hacer a la causa bibliotecaria te va a hacer pasar a los anales de la historia burgostecaria.
A ver, si Señor tiene 4 días de sanción y dos a su hijo que ha tosido en el libro y lo ha llenado de miasmas (mocos verdes ¿vale?)
Hola chicos-as, los de la BURGOSFERA han quedado en hacer un encuentro el día es el sábado 23 de febrero a las 6 en la cafetería de la casa de cultura de gamonal.
ResponderEliminarBurgos Beers&Blogs
Yo no puedo... no toy.
Pues si, mu güenos. A mí se me ocurre muchas cosas que hacer con ese dinerito. Gracias por enlazarme. ¡Qué güenos!.
ResponderEliminarNo estoy yo de acuerdo con tanta bondad... al que se hace de miel se le comen las abejas, dice una amiga mía. Ahora cundirá el ejemplo y nos traerán los documentos con lustros de retraso fundandose en este precedente... XDDD
ResponderEliminaral que se hace de miel se le comen las abejas
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo, las normas son para cumplirlas y si no se saben respetar,no puedes pretender que el biblioteclario crea todas tus historias y encima te bese los pies.
Hombre, pero se supone que tú intentas resolver un "pufo" de tu querido bisabuelo (al que probablemente ni conozcas). El simple gesto de intentar enmendar la falta del antepasado debería servirte de bula bibliotecaria.
ResponderEliminarNada de sanciones hereditarias, porque puede haber afectados sin culpa alguna. Y bueno, al muerto ya pues... la cebada al rabo.
Hmmm, que hay que ser más duros, ¿eh?... yo creo que heredar las faltas es una buena aportación del Sr.Ojeda, a ver si alguien va a la quedada burgosférica y le invita a una caña, jua,jua...;)
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