lunes, 3 de noviembre de 2008

Burgos con desvío



A estas alturas todo el mundo se habrá hecho eco de la noticia: el desvío estará en funcionamiento a mediados de diciembre. No sólo eso, sino que seguidamente se procederá al desmantelamiento del viejo trazado que durante décadas ha partido la ciudad en dos. Una nueva oportunidad para modernizar la ciudad a través del “bulevard”, que espero que tenga mejor aspecto que el MEH, jijiji.
Este cambio produce en mí un gran nostalgia, ya que una gran parte de mi niñez viví a menos de 50 metros de la vía. Mi piso era interior, una cualidad muy despreciada a no ser que tu hipotético balcón vibrara como si se fueran a caer las ventanas cada vez que pasaba un tren, cosa muy frecuente. La vía era una preocupación constante para nuestras madres, sabedoras que muchos días tendríamos que pasar por ese paso a nivel para poder hacer vida normal. Yo tenía suerte: podía ir al colegio sin tener que cruzar.
Sabía que las vías eran un rollo, que la vida en las casas de muchos amigos míos estaba condicionada por los horarios del talgo. Pero no era consciente del peligro real. ¿Qué podía pasar por cruzar en rojo? ¡Si tardaba un rato en llegar la locomotora! ¿Y a quién no se le había enganchado la zapatilla por hacer el tonto? Dos trágicas muertes de gente cercana me abrieron los ojos. Los chismorreos que llegaron a mis oídos hablaban de accidente, aunque desgraciadamente he comprendido con los años que el tren era una vía de escape para muchos.
No todo van a ser malos recuerdos. De peque venía a visitar a mis abuelos en tren cuando nevaba desde Aranda. Mi primer viaje de larga distancia trajo un precioso amanecer, una visita al zoo y otra al parque de atracciones. Además, descubrí el enigma de dónde iba el pipí de los baños del tren. Menos mal que no me entraron ganas de hacer otras cosas :P Ya de mayor he viajado menos, aunque sigo considerando que es un buen y seguro medio de transporte.
¿Qué recuerdos tenéis de las vías?

14 comentarios:

  1. las vías siempre marcaron dos zonas en la ciudad a parte del río... para mí el otro lado era el más allá y realmente lo localizaba lejos..., en Santander donde transcurrió una parte de mi niñez, mi casa si estaba enfrente de la estación y mis recuerdos son mañaneros, al levantarnos para ir al cole, los pitidos y el ruido de los trenes muy lejanos nos acompañaban, no eran molestos, estaban y formaban parte de nosotros en esas horas en las que ese era el único ruído... y una locomotora si que transcurría habitualmente con mercancías de la bahía a la estación, era verde y siempre estaban los niños subiendo y bajando de ella porque al pasar por la ciudad iba relativamente despacio, pero estaba totalmente integrada en la ciudad...

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  2. Curioso lo del tren. En mi pueblo no había (ni hay), pero tengo felices recuerdos de él. Con mi hermana y hermano y otras primas íbamos a casa de unos tíos en Valverde de Ágreda. En total unos veinte kilómetros, los cuales recorríamos de la siguiente manera: primero cuatro kilómetros andando; después un autobús durante diez kilómetros hasta Ágreda; allí tomábamos el tren ¡durante siete kilómetros! hasta un apeadero en la ladera de una colina, a donde venía mi tío con el carro para hacer los últimos tres kilómetros.

    Era un día de fiesta grande. Viajábamos en tren.

    Tal vez, por ello, cuando veo que quitan las vías me da tristeza, aunque sea para construir una vía verde. Creo que podrían compatibilizarse las dos cosas. Dentro de unos años las vías sobrevivientes serán monumentos muy apreciados.

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  3. El tren me gusta mucho para viajar. Lástima de retrasos. Durante una etapa de mi vida fue una constante los viernes y los domingos para ir y volver de Burgos a Valladolid y viceversa.

    Os cuento una anécdota. Yendo de Burgos a Valladolid, se paró el tren en seco y estuvo un rato detenido sin que nadie diera mayores explicaciones. En principio no dice nada, pero si os cuento que esto sucedió un mes después de los atentados de Madrid la cosa cambia. Menuda psicosis había en el vagón. Todo fue un fallo mecánico sin más...

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  4. Dentro de unos años las vías sobrevivientes serán monumentos muy apreciados.
    Creo que ya lo son... son uno de los materiales más chorizados ultimamente junto con el cobre por los amigos de vender al peso todo lo que pillan...

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  5. Oye lavela, mis hermanos hacían algo parecido con el tren de la robla, que pasaba por Montes Claros en el Norte de Palencia, nosotras cogíamos fresas y cuando pasaban les saludábamos... ellos que eran mayores tenían suerte y montaban en tren... XDD

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  6. En esto del desvío del tren, ya he dejado clara mi opinión en varios sitios: creo que es un monumental error.
    Se ha creado, desde hace años, una psicosis contra las vías en Burgos. Pero los problemas no se arreglan con el traslado: la incomodidad de ahora volverá dentro de unos años, cuando crezca la ciudad hacia el nuevo sitio; los muertos por accidente en las vías de ahora, morirán en otro sitio. Aquellos vecinos que se alegran por perder la vía del tren por sus molestias, se encontrarán con una vía rápida, incómoda, ruidosa y más contaminante que el tren.
    La solución en una sociedad moderna, que necesita los trasportes públicos y colectivos, no es trasladar las vías: es soterrarlas o impermeabilizarlas y adecentarlas.
    Las ciudades que sólo piensan en el tren como problema y no como solución, tendrán problemas en los próximos años, cuando el trasporte particular se encarezca.

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  7. En una ocasión recorrí el norte de Europa en tren durante un mes; era mi casa: comía, dormía, pensaba...mientras recorría cientos de kilómetros. Viajar en tren produce sensación de tener tiempo libre, aunque sea para ver pasar el paisaje por la ventanilla sin mas preocupación. Otra cosa es tenerlo y sufrirlo al lado de casa. Siempre me ha dado pena la gente que vive con las vías cerca.

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  8. En mi adorada época de estudiante utilicé mucho el tren como medio de transporte. Era maravilloso la vuelta por Navidad, por vacaciones... Guardo aún en mi corazón alguna amistad que hice mientras el ferrocarril recorría el amplio y diáfano campo de Castilla. Lástima que cada vez estén quitando más servicios, más horarios... El tren nos acerca a otras personas, otras ciudades, y a veces a nosotros mismos.
    Viajeros al tren! ¿Suben?

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  9. vamoooosssss! Jaimita, chucuchucu chuuuuuu,chuuuuuu....

    Creo que el soterramiento hubiera sido la mejor opción para Burgos, pero también la más cara y Burgos no es Valladolid...

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  10. yo del tren recuerdo . el paso de este por el barrio.. y que por los trenes sabíamos la hora mas menos..
    también lo malo que era cuando paraba así de repente, por algún accidente... los saludos a los pasajeros.. los bolazos de nieve al paso del tren.. recuerdos de mi infancia
    ahora cada vez pasa menos.. y se nota menos su paso ... al final lo echaremos de menos.

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  11. Me habeis hecho recordar al Grupo Orégano de los 76 (en esa época "Cancion Protesta")uno de los componentes Alex Grijelmo (agencia EFE etc.)

    La cancion decia.

    Algun dia acabaran
    el Santander-Mediterraneo,
    pero eso no lo veran
    nuestros contemporaneos.

    Hay que madurarlo bien
    no es un proyecto expontaneo,
    los unos venga pensar
    nosotros venga de craneo.

    CU CU RU CU RU
    CHU CU CHU CU CHU

    Nunca tan más lento fué.
    el recorrer la distancia,
    que uniria Santander
    con la costa Valenciana,
    Se quedó para aqui al lado
    en el tunel de la Engaña.

    CU CU RU CU RU
    CHU CU CHU CU CHU...etc.

    Os dejo este recital pinchando
    PAPAMOSCAS. Canción burgalesa pero la musica fué traida por los tecnicos catalanes que construyeron
    el ferrocarril del Norte(Alex disit


    Recital en el teatro Principal de Burgos, el 29/12/2006, con motivo del XXX aniversario.

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  12. Yo vivo relativamente cerca de las vías y di que te acostumbras a todo, yo me alegro de que las quiten porque cada 20' tienes un tren pitando o que no te deja pasar, pero estoy con Escudero en que no es la solución el cambiarlo de sitio, ya se sabe que lo barato sale caro, y sobre las muertes que se producen, supongo que unas son accidentes, despistes porque no nos podemos esperar 5', pero otros lo van buscando.

    Recuerdo cuando fui a Francia en tren, mi primer viaje largo sola, fue especial.

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  13. Yo he vivido toda mi vida muy cerquita del tren y puedo decir que me trae muchos recuerdos, buenos, malos, nostàlgicos.

    Los mejores, cuando iba a buscar a mi madre a la estación el día que venía de París, donde trabajaba, (un día emocionante, y tremendamente triste cuando se iba)

    Los peores recuerdos, la cantidad de muertes provocadas en sus vías, por despistes y demás.

    Creo que ya es hora que desaparezcan las vías del centro de la ciudad. Yo sigo viviendo en una zona donde a diario debo esperar cuando bajan las barreras y creed que se pierde mucho tiempo y mucha paciencia y lo que es peor, se siguen perdiendo vidas a lo tonto.

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  14. Yo también vivo cerquita de las vías y la verdad es que ni las siento, se ve que uno se acostumbra a todo.
    Lo que si siento y padezco son los atascos que se montan en el centro cada vez que se bajan las barreras, los que tienen que pasar a diario por allí tienen que contar con 10' más cada día por si acaso, así que aunque sea una solución fugaz como bien dice Pedro, más vale eso que nada.

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