Queridos amigos,
¿qué es lo nunca falta en vuestro equipaje? Probablemente hacer las maletas sea la parte menos agradable de la preparación de un viaje. Sobre todo, si prevés que durante tu estancia se van a suceder las cuatro estaciones del año, te vas a cortar con la única concha que haya en la playa o necesitas que todos tus productos de belleza quepan en un único neceser. ¿Se nota que soy algo maniática? :P
Al final siempre se olvida algo que luego resulta imprescindible. O que al final desechaste porque no cabía. Sin embargo, hay algo que no falta en mi maletita: un libro. Y no me refiero a la típica guía de viaje, sino a uno para leer. ¡Anda! ¿Pero se lee mientras uno está de vacaciones? ¡Pues claro! Siempre que estoy fuera, necesito mis pequeños momentos de tranquilidad, y un poco de lectura siempre ayuda a sentirme como si estuviera en mi propia casa. Parece una tontería, pero el tacto de las páginas de un libro calma el cansancio y sosiega la mente para un buen descanso. Necesario cuando has tenido un día cargado de emociones.
La foto corresponde al baño de un hotel en Cantabria donde pasé un estupendo fin de semana. El libro se titula “Locos de la Historia”, de Alejandra Vallejo- Nágera. Cuenta las patologías mentales de diversos personajes históricos como Rasputín, Pedro El grande o la mismísima condesa en la que se inspiró el personaje de Drácula. La historia se mezcló en mi maleta con mis cepillos para el pelo y consecuentemente acabó sobre el lavabo listo para entretener los ratillos muertos.
Y no sólo los muertos. Cometí la imprudencia de tomar agua del grifo en un viaje a Salou, y al día siguiente no pude moverme de la cama. Bueno, sí, mis viajes eran de la cama al baño y viceversa. Aquella mañana mortal la entretuve gracias a “La fiesta del Chivo”. Si no, hubiera tenido que ver un programa matinal rosa, lo que probablemente hubiera encrudecido mi gastroenteritis. Así que gracias al efecto astringente de Vargas Llosa, por la tarde pude disfrutar de la playa casi con normalidad. ¡Hasta cené una pera y un yogur oigan! (la pera se marchó por la barranquilla durante la noche, pero... eso son futesas).
Bien, niños, así que ya sabéis, un buen libro puede salvarte el viaje (y el culo si bebes de donde no te llaman). Además, no se queja porque no sepas interpretar un mapa ;-D
¿qué es lo nunca falta en vuestro equipaje? Probablemente hacer las maletas sea la parte menos agradable de la preparación de un viaje. Sobre todo, si prevés que durante tu estancia se van a suceder las cuatro estaciones del año, te vas a cortar con la única concha que haya en la playa o necesitas que todos tus productos de belleza quepan en un único neceser. ¿Se nota que soy algo maniática? :P
Al final siempre se olvida algo que luego resulta imprescindible. O que al final desechaste porque no cabía. Sin embargo, hay algo que no falta en mi maletita: un libro. Y no me refiero a la típica guía de viaje, sino a uno para leer. ¡Anda! ¿Pero se lee mientras uno está de vacaciones? ¡Pues claro! Siempre que estoy fuera, necesito mis pequeños momentos de tranquilidad, y un poco de lectura siempre ayuda a sentirme como si estuviera en mi propia casa. Parece una tontería, pero el tacto de las páginas de un libro calma el cansancio y sosiega la mente para un buen descanso. Necesario cuando has tenido un día cargado de emociones.
La foto corresponde al baño de un hotel en Cantabria donde pasé un estupendo fin de semana. El libro se titula “Locos de la Historia”, de Alejandra Vallejo- Nágera. Cuenta las patologías mentales de diversos personajes históricos como Rasputín, Pedro El grande o la mismísima condesa en la que se inspiró el personaje de Drácula. La historia se mezcló en mi maleta con mis cepillos para el pelo y consecuentemente acabó sobre el lavabo listo para entretener los ratillos muertos.
Y no sólo los muertos. Cometí la imprudencia de tomar agua del grifo en un viaje a Salou, y al día siguiente no pude moverme de la cama. Bueno, sí, mis viajes eran de la cama al baño y viceversa. Aquella mañana mortal la entretuve gracias a “La fiesta del Chivo”. Si no, hubiera tenido que ver un programa matinal rosa, lo que probablemente hubiera encrudecido mi gastroenteritis. Así que gracias al efecto astringente de Vargas Llosa, por la tarde pude disfrutar de la playa casi con normalidad. ¡Hasta cené una pera y un yogur oigan! (la pera se marchó por la barranquilla durante la noche, pero... eso son futesas).
Bien, niños, así que ya sabéis, un buen libro puede salvarte el viaje (y el culo si bebes de donde no te llaman). Además, no se queja porque no sepas interpretar un mapa ;-D
Ey, a mí tampoco me faltan nunca mis libros para viajar, y digo libros, en plural, porque me da pánico terminar el que estoy leyendo y no tener nada más que echarme al cuerpo; así que: número mínimo dos y máximo 4 (nunca he hecho un viaje tan largo que me permita leer más de esa cantidad), pero no pierdo la esperanza, todo se andará...
ResponderEliminarBuena entrada, Dual, me ha divertido tu relato escatológico y me ha hecho recordar algún episodio de mi propia biografía ;)
Muy bueno Dual, ¡qué bien te explicas chica!, es que es verdad un buen libro te ayuda a sobrellevar hasta un buen apretón.
ResponderEliminarEn mis viajes sobretodo últimamente me llevo siempre un buen tocho, osea libritos gordos, no entiendo vacaciones sin tocho porque espero tener tiempo para leer, inocente de mi, ni ahora ni en vacaciones, pero en el baño... en el baño es otra cosa. :)
pues llamadme raro, pero yo en viajes vacacionales, y mucho menos campamentales, nunca leo... Llevo alguno, para el viaje si voy sólo, y si no ni eso...
ResponderEliminarEn viajes de placer, que tampoco hago muchos, procuro desconectar de todo, hasta de los libros... y en viajes a la naturaleza, o sea campamentos, pues no me da tiempo ni a respirar (como para ponerme a leer)...
A mí lo que me da un poco de cosa (por no decir que me da mucho asco) es recibir en la biblioteca, sobre todo después del verano, los libros llenos de arenilla y otras sustancias por determinar; aprovecho esta oportunidad para pedir a los usuarios en general y a los más playeros en particular, que hagan el favor de presentar los libros en un estado decente: libres de arena (como los yogures libres de grasa) y sin manchas de bronceador... un poco de por favor, hombre ya.... :D
ResponderEliminarSí que sí, cuando uno se va de vacaciones es mejor COMPRARSE un libro propio que pueda acompañarnos en vacaciones en todo tipo de trances... los de la biblioteca es mejor dejarlos en casa, total... me lo dejé en Cádiz, ¿qué hago? pues que va hacer..comprar otro igualico.
ResponderEliminarpues mira... otra cosa que no he hecho nunca... leer un libro en la playa. Para esos casos prefiero el Marca.
ResponderEliminarY ya puestos, ¿sabéis cuales son mis lecturas preferidas en el apartamento de la playa? Revistas del corazón...
Venga, vale, os dejo que os metáis conmigo (pero sólo un poco ¿eh?)
Como las guías de viajes, hombre para llevártela a Italia de viaje, cómpratela, otra cosa es que quieras consultar guías ANTES de hacer el viaje, pero las de la biblio NO TE LAS LLEVES es un problema menos para tí y tu conciencia (creo).
ResponderEliminarBufff Duende, no te digo que no compre el fin de semana la Razón en verano porque regalan Diez Minutos o QMD creo... que al final van de mano en mano y te las lees con las amigas tumbaditas en la playa cotilleando, con una cañita, ji,ji,ju,ju, mira el culo que se ha puesto Eugenia... mira los pelos de la Tita... pero nada más.;)
ResponderEliminarLos momentos de tranquilidad, en los que sólo oyes el ruido del mar, a tus hijos jugando A LO LEJOS, a tu contrario roncando en una toalla a 5 metros de tí... ahí, ahí, una sombrilla, una silla con respaldo reclinable y un libro.
ResponderEliminar:)
¡Ele mi niña! Sabes esa canción de Antonio Molina (seguro que no): "...Tiene el pico de orooooo, alas de plataaaa..." . Muy buena entrada.
ResponderEliminarVale.... soy una maruja estival, lo reconozco....
ResponderEliminarHombre, en vacaciones siempre nos podemos permitir licencias y echar un pequeño vistazo a "lecturas menores"... en otras ciudades no saben que somos bibliotecarios y nos podemos mezclar entre los simples mortales :P
ResponderEliminarPara la playa personalmente prefiero revistas (intento que no acaben como croquetas rebozadas, lo juro) antes que libros. Mi momento lectura preferido suele ser antes de irme a la cama, cuando me entra la nostalgia por mi camita, la cual mitigo con un buen libro.
También por ejemplo les he utilizado en esos momentos totalmente desaprovechados de antes de la cena, descanso obligado después de caminatas...
Por cierto, que una servidora sí se ha llevado guías de viaje bibliotecarias en el maletero. Y las he devuelto en perfecto estado. Tengo la costumbre de organizar el periplo del día siguiente con su ayuda. eso sí, luego a buen recaudo en el armario/mesilla de la habitación hotelera.
Bueno eso lo dices ahora que eres joven y que te vas de vacaciones tu sola o con tu pareja a lo mas.
ResponderEliminarCuando el asunto vacacional se complica, bastante tienes con no olvidarte de toda la parafernalia que te acompaña como para estar pendiente de la guía de viaje o del libro de la biblioteca, lo normal es ir dejando rastro allá donde vayas ¿mamá y el cargador de la ds? ¿mamá y mi camiseta de ...?
¿dónde está la zapatilla roja de..?
¿dónde...? socorroooo :)
yo los viajes siempre los llevo muy planficados desde casa, en ocasiones igual demasiado... auqnue bien es cierto que luego me llevo la guía, pero no la suelo usar, la llevo por si aca...
ResponderEliminaren otras ciudades no saben que somos bibliotecarios y nos podemos mezclar entre los simples mortales :P
ResponderEliminarPuaj, yo no quiero mezclarme con la marabunta.
La verdad es qeu normalmente aprovecho los kioscos de estaciones para matar el tiempo y comprar algún libro de bolsillo, así me ahorro el llevarlo desde casa ;)
Puaj, yo no quiero mezclarme con la marabunta.
ResponderEliminarPUAJ XXXDDDDDDDDDD
bastante tienes con no olvidarte de toda la parafernalia que te acompaña
ResponderEliminarMamá ¿no me has traído MI sudadera? y tu pareja: pero cómo ¿que se te ha olvidado tal cosa? ¡vaya!, y eso si no tienes mascota... la cosa puede complicarse hasta el infinito :S
Pero pongo a dios por testigo que algún día volveré a los viajes de atillo con camiseta de recambio, tres bragas y una toalla.... LO JURO
¿En serio es tan horrible tener hijos? A este paso me hago una autoligadura de trompas...
ResponderEliminarRealmente cuando vas con la pareja también suele ser un intercambio de frases como... *¿sabes dónde he dejado las gafas? * ¿Has metido el bronceador en la bolsa?
* ¿Se te ha ocurrido traer after-sun? Es que me he quemado... (todo el cuerpo, normalmente)
* Enciende el GPS y mira si vamos bien... o_0
¡Si los hombres como niños pequeños!
¡Si los hombres como niños pequeños!
ResponderEliminarDiscrepo... en mis viajes el más organizado suelo ser yo...
Discrepo... en mis viajes el más organizado suelo ser yo...
ResponderEliminarNormal, ya se sabe que los duendes si viajan con su atillo, no insistamos en que duermen debajo de las seta y demás que ya hemos hablado en otras ocasiones... ¡qué suerte! me apunto a lo de LadyL yo quiero experimentar el irme de viaje con lo puesto, igual si me voy en avión y me pierden el equipaje como suele ser habitual es un buen comienzo. Hala a prepararnos ;P
Pero pongo a dios por testigo que algún día volveré a los viajes de atillo con camiseta de recambio
ResponderEliminarPensaba que ibas a jurar que algún día volverías a viajar sola y libre como antaño ;)
Pues no es por desanimarte pero... yo recuerdo los viajes con mi pareja como al go relajado y placentero (a pesar de confiarme a mí la intendencia y aguantar las broncas por los mapas...), así que imagina como puede llegar a degenerar la situación... pero a lo dicho: llegara un día en que vuelva a ser ¡HIPPIE!
ResponderEliminarpues no te creas... yo siempre digo lo del atillo, pero me acabo llevando lo mismo para una semana que para dos...
ResponderEliminarPensaba que ibas a jurar que algún día volverías a viajar sola y libre como antaño
ResponderEliminarMujer... un viaje con buena compañía (mientras no sea multitud) siempre es más placentro ;)
Pues nada a practicar el nudismo, digo yo que ahí si que no hace falta mucho equipaje, las chanclas y punto.
ResponderEliminarY en ese caso casi, casi,.. mejor que te compres el libro, a saber donde lo has estado apoyando al leerlo, puajjj, ¿habrá muchos usuarios nudistas?. ;)
Pues nada a practicar el nudismo
ResponderEliminarPues nunca me ha dado por ahí... pero vamos, todo es proponérselo...
¿habrá muchos usuarios nudistas?.
ResponderEliminarPrefiero ni pensarlo... si el usuario es un ejemplar de la subespecie "macizorrus" pase... pero como sea como la mayoría, mejor con su bañadorcito y su camisetita, para que no haya mucho contacto con el ejemplar prestado, que por cierto acabará pasando por tus manos... :(
Si voy a una playa nudista me llevo uno de los libros de Jonathan Wolstenholme , ¿cómo reaccionaría? igual le da por abrirse y cerrarse cual trituradora... lo siento por los chicos...XXDD
ResponderEliminarpues a una playa nudista yo me llevaría algún best-seller, bien intrigante... pero nada de Ken Follet, que puede ser contraproducente en esos casos
ResponderEliminarPues a mí sí me apetece ir a una playa nudista. Embadurnada de crema, por supuesto, que quemaduras en ciertas partes del cuerpo deben ser dolorosas.
ResponderEliminarOs sorprenderíais de la cantidad de chicos que no quieren ir a playas nudistas por miedo a que "se les levante la bandera".
me llevaría algún best-seller, bien intrigante...
ResponderEliminarXDDDDD
Y bien grande y gordo para poder esconderte detrás de él en un momento dado.... ;)
Os sorprenderíais de la cantidad de chicos que no quieren ir a playas nudistas por miedo a que "se les levante la bandera".
ResponderEliminarPues reiros, pero es que es un tema... Y claro que gordo el best-seller, por si aca...
Pues reiros
ResponderEliminarji,ji,ji, JUA,JUA,JUA,JUA MHWHUAAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJ XDDDDDDDDDDDDDDDD
¡Madre! no se ría así ; acuérdese de Jorge de Burgos y su teoría sobre la risa.... dios nos proteja...
ResponderEliminarJUA,JUA,JO, AAYYY, "La denchadura poztiza..." ji,ji,ji,mmmmm mis dientessssss
ResponderEliminarPues yo sí que he ido a playas nudistas y os aseguro que el libro se quedó en la bolsita de la playa. Había cosas más interesantes a las que mirar y en qué entretenerse.
ResponderEliminarhala la pocholina, mírala que atrevida, yo necesitaría tener el libro a mano seguro, claro que haciéndole unos prácticos agujeritos para mirar impudicamente, jui,jui
ResponderEliminarHijitas mías... yo no he ido a playa nudista alguna... pero algún día me atreveré, claro que sí...
ResponderEliminarSor pocholina do brasil, no nos mienta, conocemos su afición al deporte y hemos visto que se dedicaba
En una de esas playas el que nos miraba impúdicamente era un negrazo... y no daré más detalles, salvo en secreto de confesión.
ResponderEliminarSor pocholina do brasil, no nos mienta, conocemos su afición al deporte y hemos visto que se dedicaba
ResponderEliminarSí como, desafortunadamente, yo no tengo mucho problema con las fueras de gravedad podría practicar ese deporte hasta en una playa nudista
¡Sorpocholina!
ResponderEliminarMadre, debe exigir que nos lo cuente... ¿era así XDDD
Sí como, desafortunadamente, yo no tengo mucho problema con las fueras de gravedad podría practicar ese deporte hasta en una playa nudista
ResponderEliminarSerá... modesta, con ese cuerpito atlético que Dios le ha dado... nada, nada tiene que cultivar los talentos es una orden.´
Y aunque usted no tenga problemas con la fuerza de la gravedad no quiere decir que no pueda producir problemas a otros... así que por lo menos se me pone la toca.:)
Madre, debe exigir que nos lo cuente... ¿era así XDDD
ResponderEliminarHe dicho, en secreto de confesión. Pero si hubiese sido así.... me lo habría llevado como souvenir. XDDDDD
Gracias, madre superiora por sus halagos.
ResponderEliminarY está bien, a la próxima iré con toca, hábito y cricifijo.
Llego tarde al blogochat después de una tarde noche y un día muy atareados. Dejo constancia aquí de lo bien que nos lo pasamos, de que no me dejasteis pagar el café, así que estáis condenadas a tomar otro conmigo y de que mañana os dedico entrada.
ResponderEliminarY bueno, sobre la entrada: quizá mereció la pena beber agua del grifo para disfrutar de esa magnífica novela ;-)
Pedro, decir que personalmente fue una verdadera pena no haber podido asistir al "setacafé".
ResponderEliminarEspero que otra vez no me pille la ventisca ni que coincida la cita con clases universitarias.
Mañana estaré muy pendiente de "la acequia" ;)
Dejo constancia aquí de lo bien que nos lo pasamos [...]estáis condenadas a tomar otro conmigo
ResponderEliminarEn la acequia ya nos hemos manifestado al respecto: pasamos un buen rato, la verdad, y nos quedamos con ganas de más, así que asumimos la condena y prometemos buscar otro hueco para un próximo café.
Mañana me paso por tu blog a ver qué cuentas ;)
estáis condenadas a tomar otro conmigo
ResponderEliminarQue todos los castigos sean así de indulgentes, asumo la prebenda
"Buena entrada, Dual, me ha divertido tu relato escatológico y me ha hecho recordar algún episodio de mi propia biografía ;)"
ResponderEliminarEso es cierto , siempre que entrabas al baño te dabas cuenta de que la hermana superiora había estado allí ,aparte de por los efluvios emanados,por los restos literarios que aparecían cerca del vórtice enmarcado en blanco reluciente del sr.Roca.
¡¡Y cuando sino , vamos a leer si la vida no nos deja parar un segundo!!
A ver si un día de estos acabo el chamán ...(empezado hace años)
Saludosss
que la hermana superiora había estado allí ,aparte de por los efluvios emanados
ResponderEliminarPandepita, Pandepita que te voy a arrear un mordisco que te vas a enterar, porque ya he cenao....