Ya nos lo advertían desde la niñez
Este dedito fue a pescar,
este lo limpió,
este lo guisó,
éste puso la mesa
y este que está aquí,
el picarón del gordo,
se lo comió.
[Pequeña adaptación de un poema de Roberto Ferrer Hernández, tomado de la revista Al Margen, editada por el ateneo del mismo nombre]
Este dedito fue a pescar,
este lo limpió,
este lo guisó,
éste puso la mesa
y este que está aquí,
el picarón del gordo,
se lo comió.
[Pequeña adaptación de un poema de Roberto Ferrer Hernández, tomado de la revista Al Margen, editada por el ateneo del mismo nombre]
que recuerdos me trae, jeje, muy bueno
ResponderEliminarLamentablemente hay muchos gordos en esta crisis y muy poquitos que quieran pescar.
ResponderEliminarVersión maternus tiernus:
ResponderEliminarEste fue a comprar un huevo
Este lo rompió
Este lo frió
Este lo puso en el plato
Y este gordito se lo comió, enterito, enterito, enteritoooo, mientras le pellizcas tiérnamente la barriguita al chiquitillo...
Versión Politicus corruptus:
Este fue y consiguió un puesto político
Este le ofreció un trato y se llenaron el bolsillo.
Este les prestó más dinero para llenarse los tres el bolsillo.
Este se llenaba el bolsillo y nadie se enteraba porque no declaraba.
Y Este pobrecillo de su sueldo pagaba a los pillos.
;PPPPPPPPP
¡Cuánta poesía! ¿Por qué nos dará por pensar así?
ResponderEliminarLa poesía es el goce de los sentidos. Y lo que la gozan los corruptos forrándose. Tanto que no quieren dejar nada. El forraje para ellos, la poesía no, que no la quieren. La mayoría poetas, la minoría caballos. Las acémilas son aquellos y los jinetes estos. El mundo del "verrés" y gracias.
ResponderEliminar