Estará en Burgos este
domingo el poeta, novelista y ensayista polaco Adam Zagajewski (1945) para dar
una charla, organizada por Ocupación Poética (de la que hablaremos en otra
ocasión), a la que suma su apoyo la Asociación de Profesionales de Bibliotecas local. Nacido en la ucraniana Low, pronto tuvo que cambiar de residencia a
Silesia por motivos políticos familiares, y realizó los estudios universitarios
en Cracovia, tiempo en que se implicó en las contiendas sociales, reflejadas en
sus textos. Por entonces, fue miembro significado del movimiento Ahora (junto a
Krystyna Rodowska o Julian Kronhauser), que formaron parte de aquella Generación
del 68 o del 70, que animaba con obras teatrales y poéticas los ambientes
contestatarios. Como escribiera en Dos
ciudades: «La música fue creada por los nómadas. La pintura es el arte de
los sedentarios. La poesía es asunto de emigrados».
Pero el paso a París, al
inicio de los ochenta, fue transformando su poesía y, según expresa en En la belleza ajena, parece que se
irrita consigo mismo por haber elegido palabras airadas en poemas contra el
sistema. Dice, entonces, que descubre la poesía en valores imperecederos. En
1989 será profesor asociado en la Universidad de Houston y, en 2002, retorna a
Cracovia.
Su poesía es narrativa, no
hermética ‒«Los buenos escritores envuelven lo desconocido en lo conocido»‒,
casi coloquial, pues atiende la idea en base a una situación espacial y
temporal reconocible.
En
mayo, atravesando el bosque al alba
me
preguntaba dónde estabais, almas
de
los muertos. Dónde estabais, jóvenes
desaparecidos,
dónde estabais, del todo
transfigurados.
En
el bosque reinaba el gran silencio
y
oía soñar las hojas verdes,
oía
soñar a las cortezas, hechas para construir
barquitas, naves, velas.
Luego,
arrancó lentamente el gorjeo de los
pájaros,
jilgueros, tordos y mirlos ocultos
en
los balcones del ramaje; cada uno hablaba distinto,
con
otra voz, sin pedir nada, sin
amargura ni pena.
Y
comprendí que en el canto estabais,
inalcanzables
como la música, indiferentes como
notas,
lejos de nosotros como nosotros
de nosotros mismos.
[Traducción del poema de
Elzbieta Bortkiewicz. En la imagen está con Maja Wodecka, esposa del poeta].