martes, 26 de febrero de 2019

Palabras contra el olvido celebran a Machado y Gamonal (con regalos)

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El pasado viernes, día 22, Almudena y Lola ‒sus animadoras‒ me invitaron a asistir al club de lectura Palabras contra el olvido, de la Biblioteca María TeresaLeón, situada en la barriada de la Inmaculada de Burgos, en los bajos de un bloque de viviendas de la Plaza Sierra Nevada, que por cierto va pidiendo a gritos una ampliación (lo que transmitimos desde aquí a quien corresponda), pues sus fondos y su asistencia no dejan de incrementarse.
Participaba Fernando Ortega Barriuso, autor del libro que comentaban esa mañana ‒pues una de las particularidades de este club es la se ser matinal‒, de título Aeródromo de Gamonal, centrado en acontecimientos sucedidos en la ciudad en los años 1936-1939. Como tantas veces sucede, ficción y realidad se cruzaron, pues coincidió con el día en que se realizaba un acto en homenaje a los hermanos Machado en la Institución FernánGonzález, y resulta que un personaje central del libro mencionado es Manuel Machado, atrapado en Burgos “casualmente” el 18 de julio de 1936, por lo que pasó aquí los años de la guerra, lo que dio como resultado que su viuda, Eulalia Cáceres, donara importantes fondos documentales de estos poetas a la ciudad de Burgos (ahora ya digitalizados).
La participación de quienes componen el club fue dinámica y entretenida, señalando con sinceridad lo que les sugería la obra, la cual fue extensamente explicada por su autor.
Lola y Almudena finalizaron la sesión con un vídeo preparado para la ocasión (lo que muestra el interés con que se toman la actividad) y nos regalaron a Fernando y a mí ‒¡gracias!‒ un sujetalibros, que ya tiene misión.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Amor de lobo (Cixous) encarcelado (Kopp)

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Mientras se lee El amor del lobo y otros remordimientos (2009) de Hélène Cixous (1937), no queda espacio para otros asuntos. La densidad de la escritura de esta argelina, profesora universitaria en París desde 1968, exige atención total. Es la única forma de alejarse de la claridad cegadora que nos impide ver y adentrarse en el espacio noche que nos permite ver. Reflexiona sobre la escritura (femenina, en su caso), y nos dice que «el libro es un personaje del libro», el cual se impone al autor y arrima su pie al marco de la puerta para que esta no pueda cerrarse, aun cuando su creador lo deseara. «Hay para beber y para comer, y para llorar de risa, en los libros donde el libro es un escándalo y “carece de coartada” como diría mi amigo Derrida». El cuerpo es el lenguaje del inconsciente. Ella desearía escribir el libro que persigue en sueños, pero… el libro quiere que lo escriba a él.
Ante esta exigencia lectora, he entremezclado las páginas de Las confesiones a medianoche de Constance Kopp (2018), de Amy Stewart, librera en California, escritora de éxito de obras sobre los peligros y los placeres del mundo de la botánica. No he leído los dos libros anteriores de la trilogía ‒Una chica con pistola; Mujer policía busca problemas‒ en los que rescata la vida de Constance, Norma y Fleurette Kopp en los años primeros del siglo pasado en Estados Unidos. La fórmula empleada es conocida: fuentes de la época, sobre todo prensa, rellenadas con la ficción en los aspectos necesarios.
En 1916, Constance era la primera ayudante de sheriff de sexo femenino en Nueva Jersey, y una de las primeras en todo el país; su particularidad residía en que le permitieron llevar pistola, placa y la potestad de arrestar. Llegada a la cárcel de Hackensack, queda horrorizada ante el trato dispensado a las internas, por lo que decide investigar sus casos y, en bastantes ocasiones, conseguir la liberación de las encarceladas por inercia del sistema.

jueves, 14 de febrero de 2019

Las aventuras de Nono (Juan Grave)

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Al iniciarse el siglo XX, en 1901, cuando se creía posible la implantación de la justicia social en la tierra, se escribió como libro de lectura para las escuelas racionalistas el cuento Las aventuras de Nono por el zapatero francés Jean Grave. Un año después fue traducido por Anselmo Lorenzo y editado en las Publicaciones de la Escuela Moderna, impulsadas por Ferrer i Guardia, con  las que tuvo una gran difusión en el ámbito del español durante las siguientes décadas. (Aunque en Francia no lo fue tanto, sí dejó algunas huellas, tal el apodo adoptado por Jean Vigo; además de estar profusamente ilustrado por Hermann-Paul, Camille Lefèvre, Luce, Mab, Lucien Pissarro, Rysselberghe, etc.).
Sin que se diera cuenta, un niño de nueve años, que deseaba un cuento ilustrado, es transportado al país de Autonomía. Allí, Solidaridad le da la oportunidad de vivir sus propias aventuras, alimentándole este placer. No pasa demasiado tiempo sin que sucumba a las tentaciones de Monadio, rey de Argirocracia, país en el que Nono despierta a la vida a través de los distintos paisajes sociales que atraviesa, hasta dar con sus huesos en la cárcel. Pinzones o abejas que hablan, carrozas tiradas por cigüeñas, barcas que naufragan, prados floridos, cumbres nevadas, criaturas que sufren, golondrinas que le llevan una lima para seccionar los barrotes… La sociedad se asemeja a la Naturaleza en las diversas gradaciones de la existencia.
Leído hoy, pueden sonarnos sus páginas a ingenuas, pero no deja de ser emocionante saber que hubo un tiempo en que, en las escuelas, se creía que era posible la implantación de la justicia social en la tierra.

viernes, 8 de febrero de 2019

Dulce hogar (Dorothy Caunfield Fisher)

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Colección Roman ‒romance es término que continuamos utilizando desde que Chrétien de Troyes escribiera en el siglo XII Erec y Enide, la primera novela‒ nos trae estos años textos desconocidos en España, entre ellos la novela Dulce hogar de Dorothy Canfield Fisher (1879-1958), que en su momento pugnara por el Pulitzer, escritora que ya en su tiempo podía considerarse tradicional, literariamente, aunque no lo era en los asuntos que planteaba.
Ciertamente, otras obras de esos años eran vanguardistas en su desarrollo global ‒véase Ulises o a Clarice Lispector‒, y el texto que comentamos no lo es, pero tampoco queda ajeno totalmente a ello, según puede verse, por ejemplo, en la práctica de los monólogos interiores de varios de sus personajes. Tampoco es una novela pura del siglo XIX, si reparamos en que no le interesa la acción por la acción, sino que corta continuamente los capítulos para dar paso a diferentes perspectivas.
Y, además de una prosa cuidada y un dominio notable del ritmo, tiene un mérito añadido: plantea, en 1924, la inversión de papeles sociales en la familia; la mujer es la que sale a trabajar mientras el hombre se queda en casa y atiende a los hijos y las faenas de domicilio, armonizando con las aptitudes de cada cual. De paso, critica el consumismo (a través del trabajo en unos grandes almacenes) y la manipulación que supone de los hábitos que incitan e ello. Al tiempo que subyacen asuntos en boga, tal la eugenesia ‒«a este tipo de hombres no deberían permitirles tener hijos»‒, la utopía social ‒«por lo mismo que no sería esclavo, ¡nunca sería amo!»‒ o la educación de la infancia.

sábado, 2 de febrero de 2019

Tres eran tres (Lesbianas, Bach y el Rubí)

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Dudaba de si dedicarle la entrada completa a Lesbianas, así somos (2018), de Marta Fdez. Herraiz y Kika Fumero, o compartirla con Las variaciones Bradshaw, de Rachel Cusk, cuando ha aparecido en la mesilla de noche Sol poniente, de Joaquín López Cruces y María Isabel Santisteban Salinas, aportando un rubí que ilumina las situaciones de los anteriores y las cubre de sentido.
Lesbianas es un ensayo que se apoya en los datos aportados por una encuesta a más de 5 000 mujeres de España e Iberoamérica, enriquecidos con las experiencias e investigaciones de las autoras. Sin duda es un «texto imprescindible para cualquier persona que quiera descubrir o profundizar en el pasado, presente y futuro de las Mujeres que aman a mujeres» (título de una antología poética coordinada por Carmen Moreno).
Las variaciones Bradshaw está concebida con una estructura que recuerda las conocidas Variaciones Goldberg de Bach. Su autora abre la vida de sus protagonistas ─Tonie, Thomas y Alexa; esposa, esposo e hija─ a una situación inusual, cuando él deja el trabajo y queda en casa al cuidado de la hija, y ella opta a un trabajo de cierto prestigio. Desde un tema de la infancia, la vida familiar se convierte en una variación del mismo al tiempo que se crea una partitura con azares, errores, decisiones… dentro de la desesperanza de la existencia occidental, sin que abandone las reflexiones.
Sol poniente es un relato gráfico dividido en tres breves capítulos, que se publicó allá por el año 1990 en la Editorial Cajal de Almería. La delicadeza del dibujo está acorde con la de la historia que narra en sus viñetas, en las que una niña y un niño encuentran ese rubí que les acompañará en su existencia, lo cual hace de los sucesos trágicos que vivirán ─guerra de España y exilio─ un bagaje que incorporar a su día a día. La memoria y el amor, parece decirnos esta historia, «tal vez eviten que nos convirtamos en exiliados de nosotros mismos».
Tres eran tres… y las tres eran geniales.