jueves, 26 de julio de 2018

Marcha a la dignidad y libertad John Lewis

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Sabemos que las historietas gráficas tienen la virtualidad de transmitir experiencias personales de vida. Son un cauce autobiográfico solvente, tal como podemos apreciar en Persépolis de Marjane Satrapi o Maus de Art Spiegelman. Incluso en situaciones en que priman las conductas colectivas. De ahí que no he tenido inconveniente en sumergirme en estos días en la historia de las luchas por la libertad ‒aplastando el segregacionismo a que estaba sometido el pueblo negro en Estados Unidos en bares, cines, trabajos, etc.‒ que iniciaron diversos colectivos en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, de los que, según suele ser habitual, solo quedan en la memoria pública algunos nombres, tal el de Martir Luther King (1929-1968).
El 2010 el recientemente electo Barack Obama entregaba la Medalla de la Libertad a John Lewis (1940), senador negro, único superviviente de aquellos oradores ‒diez‒ que intervinieron en la marcha por el trabajo y la libertad sobre Washington el 28 de agosto de 1963. Este se había fogeado en el Comité Coordinador Estudiantil por la No Violencia (SNCC), pues practicó y defendió con firmeza este modo de ser y de vivir, con el que soportó palizas, insultos y encarcelamientos durante años de los segregacionistas, la policía o el ku kux klan. Todo ello es lo que ha volcado en March. Una crónica por la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, auxiliado en ello por su asesor Andrew Aydin y el novelista gráfico Nate Powell.
No decepciona. Lo asombroso del relato es que no hay rencor, sí dignidad.
Según comenta J. Lewis, los letreros de “solo blancos” y “solo negros” ahora han quedado en libros, documentales o museos, pero permanecen otros “letreros invisibles”: pobreza, hambre, cárceles…
[Salud. A la espera de que la Vida destierre el segregacionismo de quienes gobiernan la res publica].

lunes, 16 de julio de 2018

Terráneo. Isla inversa

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Dentro de las lecturas lúdicas de verano, he tomado para los pasados días de playa ‒por cierto, en Sonabia (Santander, hay una nudista estupenda)‒ el álbum ilustrado Terráneo (2017). Con textos de Marino Amodio e ilustraciones de Vincenzo del Vecchio presentan al Mediterráneo como una isla terrenal rodeada del mar por los actuales territorios de África, Asia y Europa. Es, así, la historia de un espacio desaparecido ‒transformado en su opuesto‒ y de la relación que quienes lo habitan establecen con el mar. Aparecen los deseos, la determinación y los miedos de la gente que puebla estas costas, en permanente pugna con el mar que los limita, los seduce y que, al fin, los convierte en quienes son.
En formato 33 x 23 cm, con una camisa desplegable que representa el mapa de Terráneo, las ciudades elegidas son arquitecturas humanas que se cubren con caretas, que hablan, que se mueven, que simulan un pez o una mano. Dedicadas a Gibraltar, Escilacaribdis, Venecia, El Cairo, Estambul y Atenas.
«Hubo un tiempo en que una sola tierra unía las costas del Mediterráneo». Todavía hoy pueden inventarse mitos. Es lo que han hecho estos dos jóvenes arquitectos italianos. Se notan Las ciudades invisibles de Italo Calvino, aunque aquí no son imaginarias.
[Salud. A la espera de que la Vida muestre sus mapas a quienes gobiernan la res publica].

jueves, 5 de julio de 2018

Verano (amistades y fronteras)

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Con la indolencia espontánea que nos proporcionan los meses de verano ‒ya las lilas quemadas; las golondrinas, criadas‒, iniciamos las anotaciones de julio y agosto, a sabiendas de que estarán tocadas por esa calma que los ímpetus laboriosos confunden a menudo con pereza o, incluso, galbana. Reivindiquemos, pues, la ignavia con que nos inunda la dejadez de las olas.
Leemos “Los viejos camaradas”:
Alegra esa cara,
hombre
‒dicen, dándote una
palmadita en la espalda‒,
hay que ser más
optimista,
tú al menos puedes
contarlo, ¿no?,
otros no tienen tanta suerte.

Y luego miran enseguida
el reloj,
y se van.

No vaya a ser
que se lo cuentes.
Son versos de Karmelo C. Iribarren, anotados en La frontera y otros poemas (2018).