lunes, 23 de enero de 2012
Cuesta de enero
«La Bibliotecaria devolvió la tarjeta de la biblioteca a la sonriente mujer que se inclinaba en el mostrador. “Ya tienes la sesión abierta, Mmemba, es el ordenador número cuatro. ¿Tu amiga quiere otra?”. “No, no, gracias. Vamos juntas”. Mmemba recogió la tarjeta, se volvió hacia la mujer que estaba detrás de ella, sujetando su espalda, y le habló en francés. Era bastante más joven que ella y, posiblemente, también fuera de Senegal. Las dos caminaron hacia los puestos de la pared del fondo, ligeras, como nubes en el cielo de un amanecer de verano, ya inmersas en la tibieza que el sol expande en la primera hora.
»Sin papeles, pensó la Bibliotecaria. Apenas hacía dos días que se había incorporado a la biblioteca el libro Las cazas del hombre. El ser humano como presa de la Grecia de Aristóteles a la Italia de Berlusconi, de Grégoire Chamayou (Errata Naturae Ediciones. Colección La muchacha de las dos cabezas. 2012), en traducción de María Lomeña. La historia de la violencia desde el Poder opresor –distinta de la de humanos contra humanos− requiere la previa división entre cazadores y presas, asignándole a cada cual distinto grado de humanidad. Es lo que venimos haciendo, desde antiguo, con la persecución de esclavos fugitivos, pasando después por gente de raza negra, india, por exiliados, judíos y, en la actualidad, por sin papeles.
»La Bibliotecaria estampó el sello en la portada del libro y en dos páginas interiores aleatorias; después le colocó el antihurto. “Tal vez, sea lo que ha hecho el capitalismo con la gente pobre”, se le ocurrió».
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Hoy no estoy de acuerdo con los pensamientos de la bibliotecaria, pues creo que el único sistema que ha permitido prosperar a los pueblos es precisamente el capitalismo, o lo que es lo mismo un sistema d libre mercado democrático. En los demás sistemas socialistas y/o comunistas sólo se ha permitido a los pobres seguir siéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo Lavela.
Estoy de acuerdo en la segunda parte de lo que comentas, Elena; los sistemas socialistas/comunistas se vuelven totalitarios.
ResponderEliminarLa Bibliotecaria, por su parte, viendo lo que ve, tiene a veces esas ocurrencias sobre el capitalismo.
Un abrazo para ti, Elena.
Quedémonos con el lado positivo, la biblioteca es uno de los primeros lugares donde los inmigrantes se sienten acogidos.
ResponderEliminarEstoy con Ayla, la biblioteca está abierta para todos, no importa la raza, menos mal.
ResponderEliminarHabía una serie de razones para prohibir la entrada de inmigrantes al país. La frase "Es lo que venimos haciendo, desde antiguo, con la persecución de esclavos fugitivos, pasando después por gente de raza negra, india, por exiliados, judíos o esclavos y, en la actualidad, por sin papeles" iguala a todos los perseguidos, por lo que también iguala todas las razones para darles caza. Y claro que los iguala: son seres humanos. Puede que haya visiones utilitaristas que calculen qué resulta de la persecución, pero las visiones éticas no entrarán en ese juego. Y eso sin contar los tonos grises.
ResponderEliminarAyla, esa sí que es una noticia que nos engrandece.
ResponderEliminarClaro, Nadia, menos mal.
ResponderEliminarTal vez, ebge, es que no sabemos qué hacer con esas razones éticas, dónde se mueven, cómo entretejerlas con la humanidad de quien perseguimos, ¿tienen entidad para imponerse a las razones utilitarias de la opresión?
ResponderEliminar"Homo homini lupus"... da igual, si no hubiera inmigrantes estaría el vecino que nos cae mal o el del pueblo de al lado que son todos idiotas... Villa arriba y Villa abajo, en Norte con el Sur... el rico con el pobre y el pobre con el rico... ya no es un problema de sistemas porque todos son igual de malos,pero ciertos regímenes queda probado que son mucho peores, no por el sistema en si mismo, si no por el hombre origen de todo bien y mal. Filosófica me volví, pero lo de comprar cualquier moto hace tiempo que no lo hago porque dentro de lo malo siempre hay algo peor. Lo que más me gusta de la bibliotecaria es que piensa y razona y piensa... no es una máquina estampa sellos. :)
ResponderEliminarBueno, Amalia filósofa, será que eso de las bibliotecas imprime carácter (y, por qué no, algo de sabiduría).
ResponderEliminarMe encanta tu rincón, un buen lugar para debatir y discutir diferentes ideas y planteamientos. como el que nos traes hoy
ResponderEliminarcon tu permiso me quedo por aqui
te seguimos
saludos