Begag es conocido por ser
autor de novelas, ensayos y guiones de cine, además de haber sido ministro para
la Igualdad de Oportunidades (2005-2007) de Francia. Completa su existencia con
la investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica en las áreas
de economía y sociología. Por ello, sus ensayos y novelas reflejan los
problemas de las fronteras y los de la integración de los beurs, jóvenes argelinos de origen magrebí.
Sus padres son de Argelia, pero él nace en Francia. Su padre, analfabeto, le dice un día: «este libro es un pájaro». Y Azouz, efectivamente, voló después de empeñarse en el estudio para salir de las penurias de las chabolas. Sus propios amigos y primos le reprochan que, con el estudio, desee parecerse más a los franceses que a los árabes. Le dicen que es un traidor. Pero él continúa su impulso interior, sin dejar de vivir en su ambiente: recibe palizas de su padre, el que todo lo puede en la familia, o roba una bicicleta y le cambia el color para poder ir con la pandilla del barrio.
El aporte que ha dado Argelia a Francia es significativo. Y un autor como este, lo demuestra.
ResponderEliminarEfectivamente, Alí, la colonización absorbe lo colonizado.
EliminarSaludos
En su momento, lo escuché. Es la voluntad para dejar de ser carne de cañón.
ResponderEliminarGracias por recordarlo.
Saludos
Una respuesta ingeniosa: la voluntad para dejar de ser carne de cañon.
EliminarSaludos
Pues otro que me apunto, me estoy leyendo El pan a secas de Mohamed Chukri, también en los años 60 y la penosa situación de los niños en Marruecos. Gracias por descubrirme otro autor de estas temáticas y esas latitudes, me gustan mucho. Quizás si los leyeran más se entenderían mejor muchas cosas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Esther. La penosa situación que cambiaría si las sociedades del Norte y los poderes del Sur tomaran otros acuerdos.
ResponderEliminarAbrazos
Me lo anoto Ignacio, me parece una propuesta muy interesante, ese a pesar de que todo parece que está en contra, él sigue con su empeño. El poder de la lectura como acceso al conocimiento, a intentar cambiar aquello que parece predeterminado.
ResponderEliminarUn abrazo
De acuerdo, Conxita, si te da tiempo a leerlo, seguro que lo disfrutas.
EliminarAbrazos.
Tomo nota Ignacio, gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
De nada, Conchi, espero que lo disfrutes.
EliminarAbrazos