lunes, 24 de agosto de 2009

La biblioteca olvidada de Castilruiz

El correr del tiempo activa y desactiva lo que montamos a nuestro alrededor, en función de los espacios que habitamos. Esto, que sucede en las vidas privadas, se hace patente con fuerza en los entes colectivos. ¡Cuántos objetos quedan en desuso, no por resultar inservibles, sino por el solo hecho de que miramos a otro lado! En nuestro pueblo –Castilruiz (Soria)– existe una biblioteca pública olvidada. Y eso nos produce, cada vez que la vemos, la sensación de abandono en la que puede llegar a caer todo lo que la rodea. Por fortuna se halla bajo llave y no ha sufrido demasiado expolio ni han quedado los libros desparramados.

Su origen está en la donación que recibió el pueblo, allá por el año setenta del pasado siglo, de la viuda de Arsenio Gállego Hernández (1886-1969), nacido en esta tierra, profesor de matemáticas en el Instituto de Cáceres. Cuando sucedió el hecho, estaba en funcionamiento el teleclub y se habilitó una sala (en la entrada de lo que era la anterior escuela de niñas) para ubicarla. Venía con estanterías de madera, con algunos cuadros y con la silla y mesa de estudio del donante, tocada con los utensilios de trabajo (tintero, secador, etc.). Todo un lujo para el espíritu, pues –viéndolo- podía imaginarse perfectamente la sala de su hábitat original. La biblioteca llegó a ponerse en funcionamiento: realización de fichas de catalogación, pegado de tejuelos e, incluso, se habilitó el préstamo a domicilio.

En la actualidad se halla en la sede de la Asociación Pueblo de Castilruiz a la espera de que se le pueda dar utilidad. Tal vez este tipo de bibliotecas podrían incorporarse al fondo de los bibliobuses, con el fin de que estuvieran visibles en la red y dieran a los pueblos en donde se ubican una razón para conservarlas y un poco de renombre.

6 comentarios:

  1. Es digno tema de estudio esto de la extensión bibliotecaria. Y más con la crisis,que provoca el éxodo de muchas familias con niños a los pueblos para pasar el verano. ¿Y se van a quedar sin leer su Mortadelo y Filemón a la sombra de un árbol? ¡Menuda faena!

    Menos mal que en la provincia de Burgos ya contamos con un nuevo bibliobús en funcionamiento para dar todavía más servicio a las áreas rurales. Un punto positivo entre tanta crisis y tanta gripe A.

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  2. Un pequeño rincón del pasado a mano. Sí que es un lujo, sí.

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  3. Disponer de fuentes que compaginan pasado y presente es importante en los pueblos de esta civilización tan urbana que tenemos.

    Hay que primar el contenido de los orígenes, antes que el folcklore veraneante.

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  4. Tal vez nuevas generaciones sepan valorar lo que se encuentran y sigan adelante con este proyecto olvidado.

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  5. Me gustan mucho estas historias, cada vez que voy a algún pueblo y veo restos de lo que fue una biblioteca me llama mucho la atención, siempre me acerco para ver algo de lo que fue o pudo haber sido. :)

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  6. ¡qué pena de letras olvidadas!... a mi se me activan las glándulas salivares con los utensilios de trabajo de Arsenio... snif.

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