En La Traviata (1853), de Verdi (1813-1901), discurre una mujer −Violeta− que ha nacido en La dama de las Camelias (1848), donde Marguerite Gautier encarna la personalidad de Marie Duplessis (1824-1847), llegada a París desde Normandía en una compañía de gitanos circenses a la que, según parece, la había vendido su padre. Nada extraño, pues éste tenía carácter agresivo y gastaba sus cuartos en alcohol, tal vez herencia de su progenitor: un sacerdote que nunca quiso reconocerlo.
En el segundo acto de la ópera, irrumpe un grupo de zíngaras:
Somos cíngaras
que venimos de muy lejos.
En la mano de cada uno
leemos el futuro.
Si interrogamos a los astros
nada es oscuro para nosotras.
Y podemos predecir
todo lo que el futuro nos reserva
Ni que decir tiene que la mujer, ya marquesa, muere de tuberculosis en la flor de su existencia.
Es una historia un tanto cruel, eso de que te vendan a un circo, pero la ópera está super chula y el montaje está genial.
ResponderEliminarA mi me ha encantado la música, así lunes y a primera hora de la mañana, me ha hecho despertar mientras hacía las estadísticas.
ResponderEliminarSí que es cruel, Nadia, tres historias de mujer que parten de una, que, transformada, convertimos en música atractiva.
ResponderEliminarYa ves, Ayla, lo creativo que llega a ser elaborar estadísticas.
ResponderEliminarEs muy gracioso el video, y bonita la música que has elegido, Lavela.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Elvira. Son vidas encadenadas, con música.
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