Unir realidad y literatura
es una de las misiones de las bibliotecas; un empeño que a veces no las libra
de bipolaridades. El boletín Entrepueblos.Cooperación pueblo a pueblo, número 67, de verano 2017, inserta en primera
plana una foto de Las Patronas asistiendo con alimentos a migrantes hacia EEUU
a su paso por México ‒señalemos que es la imagen elegida por Arturo González
Villaseñor para la promoción de su documental Llévate mis amores‒. Este grupo de mujeres actúa en la localidad deGuadalupe, ‘La Patrona’ (Veracruz), desde 1995, al paso del ferrocarril La Bestia. La revista citada, en el
texto «Centroamérica: sobrevivir al desarrollo», hace balance de tres décadas
de cooperación internacional al desarrollo dada en la zona, concluyendo que ha
sido un éxito del desarrollo y un
pinchazo de la cooperación; es decir,
se ha progresado en la concentración de la riqueza, en la financiarización, en
la deslocalización, en la especialización territorial y en la acumulación por
desposesión.
Emil Kraepelin (1856-1926),
padre o abuelo de la psiquiatría moderna, desarrolla su vida interior a través
de la pintura, la música y la poesía. Al morir se le descubren poemas como el
soneto Discordia:
Cuando
la existencia me impone su desmesurado yugo,
hueste
de relumbrantes destellos asoma ante mí:
es
un tornasol tropel de rutilantes sueños y anhelos
que ferazmente florece y me
embarga del todo.
Sin
embargo, el día en que yo acabe cediendo jamás llega:
sujeto
estoy, no lo ignoro, por mil férreos grilletes.
Lucho
por la luz, busco gozoso albedrío,
pero ocultas fuerzas en
perpetua pugna me confinan.
¿Tiene
algún significado esta discordia?
¡Cómo
rebosa de hiel el cáliz de la vida ante mí!
Y, sin embargo, mi ser más
auténtico ama esta agonía.
Sin
esta rebelión interior me odiaría a mí mismo.
¿Cómo
disiparse la grisura de los días podría
sino a través de los
redivivos anhelos de mi corazón?
[La ilustración es de
Angelica Paez].
[Salud. A la espera de que
la vida disuelva los caprichos de quienes gobiernan la res publica].