«Prefiere las pérdidas a las
ganancias torpes, que lo uno te dolerá una vez, lo otro siempre», dejó escrito
Quilón el lacedemonio (viviendo en el siglo VI a.n.e. en Esparta contribuye a
las leyes de Licurgo, pero también a la militarización de la vida civil en su
región; se dice que murió de alegría en brazos de uno de sus hijos al conseguir
este un premio olímpico).
Me acerco cada verano a
alguna obra clásica (entendiendo por
ello lo que llega hasta el siglo veinte). Estos días, imbuido de las páginas de
Conversación de Gonzalo Hidalgo Bayal
(ya comentada en la entrada anterior), en concreto en el (magistral) relato «Aquiles y la tortuga» (en que deja sentado que «no
hay fracaso más oscuro y doloroso que el que se esconde tras los éxitos
extraños, tras los disfraces de la fortuna lisonjera»), me he llegado a Los presocráticos, en compilación de
Juan García Bacca, que editara Fondo de Cultura Económica. Selección en la que
se atiende tanto a la forma literaria como al contenido filosófico de los
textos expuestos. Inicios del razonamiento filosófico.
«A la manera como la araña
desde el centro de su tela siente apenas [que] una mosca está destruyendo
alguno de los hilos de ella, y hacia allá corre velozmente cual si le doliera
lo que al hilo le pasa, de parecida manera el alma del hombre fluye apresurada
hacia aquella parte del cuerpo que haya sido herida, cual si no pudiera
soportar semejante lesión en un cuerpo con el que tan firme y proporcionalmente
se halla unida», escribe Heráclito en el fragmento sexagésimo séptimo.
Aquí figura hasta la que
pasar por una de las frases presocráticas más tópicas: «todas las cosas se cambian
en fuego y el fuego se cambia en todas las cosas, como el oro por mercancías y
las mercancías por oro». Lógos
refiere tanto una noción filosófica como un concepto matemático; es cuenta y es razón, tal como lo traduce García Bacca.
[Dichosa filosofía. Salud].
Con todas las limitaciones de la época, comienzan a mostrar lo que es la abstracción, algo que no se conocía.
ResponderEliminarSaludos.
Efectivamente, Anónimo, no deja de ser un paso fundamental en el modo de comprender lo que nos rodea.
EliminarSaludos.
¡Dichosa filosofía! Que no desaparezca nunca (pese a que los diversos gobiernos la ningunean) porque si lo hiciera, el ser humano solo sería una marioneta en manos de los poderosos (que casi ya lo es).
ResponderEliminarAbrazos!!
Esperemos que se conserve en donde la sepan cuidar.
EliminarAbrazos.