En esta temporada, ha
coincidido el hablar varias veces sobre adopciones en círculos distintos en los
que he estado. Y se ha hablado de las difíciles situaciones que se plantean en
muchos de los casos al llegar las chicas o los chicos a la adolescencia. Pasando
desde ahí a cuestionar la viabilidad de esta práctica que, en principio, parece
tan aconsejable para ambas partes.
En las ocasiones que
comento, he mencionado el último cómic (o novela gráfica) que he leído: Piel color de miel (2008), de Sik Jun
Jung (1965), en dos tomos (en la edición conjunta), llevada al cine en 2012.
Presenta el valor añadido de que el autor fue un niño coreano adoptado cuando
contaba con cinco años y estaba en un orfanato, después de que fuera abandonado
y estuviera un tiempo vagando, algo que fue muy común en Corea del Sur en los
años setenta del siglo pasado, después de la guerra.
Lo adopta una familia belga,
que tiene ya un hijo y dos hijas, en la que se integra en la infancia. Pero la
llegada de la adolescencia le hace preguntarse por su identidad y por aquella
madre que lo abandonó o tuvo que hacerlo (por lo que no le guarda rencor), a
cuyo encuentro ansía ir. Con ello, las relaciones familiares se tornan
difíciles, a lo que se suma las preguntas sin respuesta que a todo el mundo nos
rondan en la juventud y madurez.
En 2007, ya adulto,
decide internarse en ese complejo mundo interior suyo, mediante la herramienta
con la que trabaja: la ilustración. La obra no deja indiferente a quien la mira
y la lee.
Es algo de bastante actualidad, así que no me extraña que se hable de ello. Conocí en su momento el cómic que reseñas. Me resultó muy interesante, por el dibujo y por ser él un adoptado, algo de lo que, al parecer, nunca puedes deshacerte.
ResponderEliminarSaludos.
Eso es lo que transmite la historia: que una adopción no termina nunca.
EliminarSaludos.
Muy interesante Ignacio, no lo conocía y lo buscaré porque justo hace unos días hablaba con un compañero sobre la adopción y en ese caso sobre las "devoluciones" y la falta de responsabilidad de algunos que no asumen cuando deciden adoptar a un niño.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues si lo encuentras, Conxita, creo que te gustará. Es bastante completo y, sobretodo, sincero.
EliminarAbrazos
No conozco este comic. El tema lo vivo de cerca ya que una buena amiga tiene una hija adoptada desde los dos meses.
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio.
Tiene ya unos años, así que no es extraño que no se conozca demasiado. Es del tiempo en el que todavía no estaban en el candelero en España.
EliminarAbrazos.
Interesante y creo que si lo leo me llegará, pues tuvimos "adoptada" durante seis veranos a una niña bielorrusa. Fue una experiencia única. No llegamos a adoptarla, pero sí vivimos todos sus problemas. Es muy interesante este tema y de hecho escribí un pequeño libro, sin publicar, sobre los niños que crecen en unas condiciones que las sociedades no deberíamos consentir.
ResponderEliminarUn abrazo
Según lo que dices, Ele, sí que te interesa el cómic que comentamos.
EliminarY a ver cuándo podemos ver en las librerías el libro en cuestión.
Abrazos.
No sé si realmente ha salido el comentario. Si no es así, ya lo repetiré.
ResponderEliminarYa ves que sí se ha publicado.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarUn topico siempre caliente.no puedo opinar tuve mis hijos ... criticar o juzgar no me gusta
ResponderEliminarme gusta como escribes tu
gracias
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