domingo, 1 de noviembre de 2020

Tiempos difíciles (con Dickens)

 Se ha traducido la obra de Charles Dickens (1812-1870) Hard Times – For These Times como Tiempos difíciles, aunque esta es una expresión que parece que podemos reservar para los meses que estamos viviendo en este 2020, y ahora a la obra le cuadraría mejor el título de Tiempos duros (o algo así), pues refiere las condiciones de la existencia en una ciudad inglesa norteña –Coketown, en la novela; puede que Preston, en la realidad– inmersa en la primera revolución industrial, la que se desarrollaba allá por 1854, año en que el propio Dickens dirigía el semanario Housevold Words, en el que se fue publicando, de abril a agosto, la narración que nos ocupa.

Con tanta literatura actual pendiente de leer, no es fácil dedicar el tiempo ocioso a una obra del siglo XIX, sobre todo si esta es tan voluminosa como Tiempos difíciles. Comienza, además, de una forma hosca, con una voz narrativa incómoda en los primeros capítulos, algo que convierte en más heroica la lectura, pero que resulta ser una virtud literaria, pues describe en el comienzo lo que sería una sociedad de «hechos», en la que la imaginación o los sentimientos quedarían desterrados. Atravesar esta dificultad lectora y continuar en sus páginas nos acerca a la satisfacción (que ya dijera Byron que el placer es enemigo de la comodidad).

Ya que es una novela del siglo diecinueve, la voz que la guía intenta congraciarse con quien lee desde el capítulo segundo con ese «Dinos…». Somos parte de la obra. Algo en lo que se ocupa de que no olvidemos, por lo que de cuando en cuando vuelve a hacernos cómplices de la narración. También tiene, por supuesto, esos pasajes en los que se cuenta más de una historia, o en los que, si prestamos atención, descubrimos algo más que lo evidente: «Amablemente [James] se había apoderado de la sombrilla de Louisa y la había alzado para ella; la joven caminaba bajo su sombra, aunque allí no brillaba el sol». Sí, era un día nublado y el galán desplegaba su caballerosidad. Pero, también, el galán tenía unas segundas intenciones (ocultas) y en aquella casa, la del industrial, marido de Louisa, no había lugar para las personas sennsibles.

Y más que hay. Tres ambientes sociales: el magnate industrial-banquero, el proletariado, el circo…

13 comentarios:

  1. Hola Ignacio, la lectura me parece interesante, tomo nota para otro momento, pues ahora tengo pendientes más de uno. Gracias.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo, Conchi, la verdad que es entretenida la novela, siempre que vayas pensando que es una obra del siglo XIX.

      Abrazos.

      Eliminar
  2. Pues resulta que podríamos animarnos a leerla, pues en mi caso no la he leído.

    Gracias y Ánimos en estos tiempos...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes, Anónimo, tienes entretenimiento para el confinamiento perimetral y los toques de queda.

      Saludos.

      Eliminar
  3. La revolución industrial ha sido siempre mi tema preferido para exponer a mis compañeros de clase en el colegio.
    Me apasiona esa época. Así que este libro creo haberlo leído o consultado en algún momento de mis estudios.
    Pero es bueno en estos tiempos tan tristes, leer a Dickens, es una buena recomendación.
    Saludos 😷

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues seguro que lo pudiste leer, Karin.

      Es entretenido y clásico, a su manera.

      Saludos.

      Eliminar
  4. Hola Ignacio justo al leer el título de tu entrada y de la novela de Dickens he pensado justo en lo que tú comentas, que le vendría muy bien a los tiempos que vivimos.
    Me gusta ese recurso de interpelar al lector,de intentar hacerlo participar en lo que se cuenta. Gracias por la propuesta.
    Un abrazo y cuídate mucho

    ResponderEliminar
  5. Uno de mis favoritos, Dickens, y toda la novela del XIX.

    ResponderEliminar
  6. He leído algunas de las obras de Dickens, pero esta en concreto, me parece que no. La recordaría seguro,porque son inolvidables las obras de este gran autor inglés que tan bien ha retratado la sociedad del siglo XIX.
    La tendré en cuenta.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena Ignacio, por este espacio dedicado a autores y sus obras literarias. Está lleno de sugerencias inteligentes y de autores que en algún momento hay que leer o mejor, releer. Lo seguiremos con interés renovado. Salud...

    ResponderEliminar

Nos encantan los comentarios y que nos cuentes lo que quieras.