En estos días tan serios hacemos
un apartado en un rincón y podemos relajar los cuerpos y desconectar las
mentes, al tiempo que incrementamos nuestro diccionario personal con las
definiciones de Les Luthiers sobre el mundo musical, abriendo paso a esas partes
anquilosadas del cerebro, deseosas de la sorpresa:
Director: Persona que, colocada en una tarima frente a una
orquesta, responde al estímulo de la música agitando sus brazos.
Flauta de pan: También llamada pan flauta // Bartolo tenía una (con
un agujerito solo).
Gallo: Ave de corral que anida en las cuerdas vocales de algunos
cantantes.
Jota: Letra que se baila en Aragón.
Notas: Las siete maravillas del mundo de la música.
Plagio: Fuente de inspiración.
Radio: Medio de comunicación que podría haber servido para la
difusión de buena música.
Silencio: Ausencia momentánea de sonido. En algunos compositores,
ausencia definitiva de oyentes.
Ut: En los crucigramas, antiguo nombre de la nota "do".
Zampoña: Instrumento musical venenoso.
Es un extracto de la
contribución «Les Luthiers de la A a la Z», publicado por la revista Claudia en octubre de 1980, donde dan
una definición por cada letra del alfabeto.
(De paso, señalemos el origen del nombre de las
notas musicales, extraídas por Guido de Arezzo, en el siglo XI, de la primera
sílaba de cada verso del poema en el Himno
a San Juan Bautista, compuesto por Pablo el Diácono en el siglo VIII: Ut
queant laxis / Resonare fibris / Mira gestorum / Famuli tuorum / Solve polluti
/ Labii reatum / Sancte Ioannes; Para que puedan / exaltar a pleno pulmón / las maravillas / estos
siervos tuyos / perdona la falta / de nuestros labios impuros
/ San Juan. Más adelante, en el siglo XVII, G. B. Doni sustituye ut por do[ni] para facilitar la pronunciación).