Cicatrices
Contado en primera persona, no sabemos si tiene algo de autobiográfico, pero comenzamos nuestra lectura con una duda ¿Hay una edad para amar? ¿ es verdad que el amor es cosa de jóvenes? Yo creo que no, siempre hay edad para el amor, a cada edad se vive de una manera pero no importa la edad, para sentir mariposas en el estómago.
Hay un viejo dicho que dice que hay que estar siempre guapa porque nunca sabes dónde puede aparecer el amor de tu vida, no sé si es el caso de la protagonista, por lo de ir arreglada quiero decir, pero desde luego el sitio donde encuentra el amor si es sorprendente.
Al final del relato Mayte nos explica el título lo cual encuadra perfectamente el texto, siempre con ese humor que la caracteriza nos va descubriendo pasajes en la vida de las personas que dejan como no “cicatrices"
Contado en primera persona, no sabemos si tiene algo de autobiográfico, pero comenzamos nuestra lectura con una duda ¿Hay una edad para amar? ¿ es verdad que el amor es cosa de jóvenes? Yo creo que no, siempre hay edad para el amor, a cada edad se vive de una manera pero no importa la edad, para sentir mariposas en el estómago.
Hay un viejo dicho que dice que hay que estar siempre guapa porque nunca sabes dónde puede aparecer el amor de tu vida, no sé si es el caso de la protagonista, por lo de ir arreglada quiero decir, pero desde luego el sitio donde encuentra el amor si es sorprendente.
Al final del relato Mayte nos explica el título lo cual encuadra perfectamente el texto, siempre con ese humor que la caracteriza nos va descubriendo pasajes en la vida de las personas que dejan como no “cicatrices"
Conatos de espontaneidad
Comenzamos este relato hablando de guardias, por lo que a primera vista parece situarnos en un cuartel, pero parece que no es ese el lugar donde nos situamos, quizá tenga cierta similitud o al menos lo ha tenido hasta hace poco tiempo, cuando estos lugares han cambiado en su estructura, sus métodos, sus usuarios. A veces nos preguntamos si este cambio ha sido en beneficio de la sociedad o todo lo contrario.
Todos hemos vivido momentos parecidos, momentos que son criticados en el relato pero que producen añoranza al leerlo y lo más importante una sonrisa que se va dibujando en nuestras caras (no mientas, se que a ti también te ha ocurrido).
En esta ocasión voy a transcribir el final del relato, aun a riesgo de críticas por destriparlo pero es que siempre he querido terminar así un post: “Punto y pelota”
No sé yo si es bueno el calorcito, el sol y las vacaciones para poner deberes, pero tratándose de textos cortos que podemos leer en 5 minutos me arriesgaré a proponer otros dos relatos para la semana que viene: Relato 8 :Cruzad los dedos y Relato 9: Culo veo, culo quiero.
Y recuerda que siempre puedes sumarte a #TwittBUK, no es un club cerrado, pídenos el libro y te lo enviamos por email.