lunes, 21 de noviembre de 2011

Fútbol y versos

Parece un oxímoron nuestro título. Viene a cuento porque hace unos días, al toparnos con la cubierta del último número de la revista Quimera, nos llevamos un chasco. Está ilustrada con el dibujo de uno de los futbolistas más famosos del momento. Por supuesto que, quienes la dirigen, pueden ilustrarla como crean más conveniente, pero nos cuesta trabajo digerir que una publicación que leemos (con fruición) con regularidad, reproduzca los millonarios deseos a los que puede aspirar la juventud de esta sociedad que construimos.

Se nos dice que eso es lo que hay e, incluso, que ese deporte representa valores de esfuerzo y de entrega. Y, además, que viene de antiguo la unión de fútbol y literatura. Sí −decimos−, es cierto. Hace ya ochenta años que Miguel Hernández compuso su poema neogongorino Elegía al guardameta, dedicado al portero y amigo del equipo de Orihuela, de nombre Lolo (Soler), basándose en el hecho imaginario de que pudiera golpearse contra uno de los postes de la portería después de volar en una estirada que impidiera la entrada del balón (tal vez, emulando el poema de Alberti a Platko):

Te sorprendió el fotógrafo el momento
más bello de tu historia
deportiva, tumbándote en el viento
para evitar victoria,
y un ventalle de palmas te aireó gloria
[...]
Fue un plongeón mortal. Con ¡cuánto! tino
y efecto, tu cabeza
dio al poste. Como un sexo femenino,
abrió la ligereza
del golpe una granada de tristeza.

Pero, entonces, era un deporte que causaba euforia en los barrios. Hoy…

4 comentarios:

  1. Es curioso como la literatura puede tratar todos los temas. Estoy empezando a leerme el libro de Lorenzo Silva "niños feroces" y trata justamente de eso.

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  2. Ciertamente las cifras que se come el deporte rey son escalofriantes. Seguro que a muchos de nosotros se nos ocurriría algún otro ámbito de actividad en que el invertir esas cantidades redundaría en una mejora de la sociedad en su conjunto.
    Por otra parte, hay mucho fútbol fuera del que se empapa bajo la lluvia de millones. Hay aficionados, chavales federados, profesionales modestos...
    Julio Llamazares tiene un relato sobre fútbol (Tanta pasión para nada) en su recopilatorio de idéntico título, un relato que habla de cosas universales a partir de la anécdota de ganar o perderlo todo en una jugada.

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  3. Efectivamente, ebge, existen muchos fútboles, siendo (por lo general) un deporte masculino.

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