lunes, 2 de diciembre de 2013

Barriada Prat Vermell (Prado Rojo). Casas Baratas

A quienes hemos nacido en un pueblo nos resulta difícil, a veces, comprender las complejidades de la ciudad. No entendemos bien cómo resulta la vida en un sitio en el que no existe la balsa donde se crían las ranas de las que se alimenta desde hace muchos muchos años el sacamantecas o el lavadero en el que se cayó tu abuela el día que restregaba los pañales de tu madre. ¿Se verán desde allí las estrellas?
Decía complejidades de ciudad, y entre ellas destacan las barriadas. De ahí que, en nuestro fuero interno, nos resulte gesto de alta dignidad el conocer que hay gentes que habitan por primera vez un lugar. Así sucede en 1929 en Barcelona, fecha en que se produce una (o la) Exposición Internacional y se tiene como necesaria la eliminación de los «tugurios de hojalata y mal ajustada madera» que pueblan las faldas de Montjuich, los cuales producirían un nefasto efecto a quienes visiten los pabellones. Ahí nacen las Casas Baratas de Prat Vermell o de Can Tunis o de Casa Antúnez o de Francisco Ferrer Guardia (de Eduardo Aunós, en la larga noche franquista).
Es uno de sus hijos, Pere López Sánchez, quien nos muestra que las estrellas habitaban sus casas y caminaban sus calles, construyendo un Ateneo Obrero, una Organización Sanitaria Obrera, manteniendo una larga huelga de alquileres ante los abusivos precios y dejadez del patronato oficial que lo gestionaba. La intensa búsqueda por archivos y hemerotecas, la charla con quienes allí vivieron y, en muchos casos, tuvieron que marchar al exilio o la emigración, está dando como resultado un libro y una bitácora. El primero, Rastros de rostros en un prado rojo (y negro), publicado en 2013 (Virus Editorial), 439 páginas plenas. La segunda, algo más reciente, también con el nombre de rastrosderostros, sembrando en el nuevo prado.
Creciendo.

2 comentarios:

  1. Las barriadas son un conglomerado de edificios, personas, caminos... Lo que llama la atención aquí es que el deseo de autogestión parece que supera las estrecheces en que ha nacido el barrio.

    Saludos.

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    1. Creo que sí. Que, efectivamente, la lucha por una existencia en la que la vida común pueda ser regida por quienes la habitan es lo esencial.

      Saludos a ti.

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