domingo, 17 de junio de 2018

Feria del Libro


El vienes de la anterior semana visité la Feria del Libro de Madrid. La lluvia intermitente hizo que se pudiera acceder a los mostradores con comodidad, aunque conllevaba el incomodo de sortear paraguas en los pasillos. Iba con intención de buscar un libro, pero ya se sabe que vienen a las manos otros hasta que la bolsa va pesando lo suficiente como para dar por finalizadas las adquisiciones.
Comencé con el psiquiatra Guillermo Rendueles y su Las falsas promesas psiquiátricas, en que plantea la utilidad de buscar alternativas colectivas basadas en el apoyo mutuo y las redes sociales para afrontar problemas que nos angustian ‒acoso laboral, crisis económica, violencia en las aulas, cárceles, angustia del paro, etc.‒ y rechaza los psicofármacos como mercancía. El malestar no depende de la psique individual sino de las relaciones de explotación y sumisión.
Paseando paseando topé con numerosas “celebridades” de las letras que estaban firmando en las casetas. Quise saludar a Marta Sanz, pero (me) parece que si no compras alguno de sus libros no tiene sentido ocupar su tiempo. Así que me detuve en donde firmaba Pilar Adón y compré los relatos de La vida sumergida (además de uno de poemas para regalar), en el que me estampó «Para Ignacio, con todo mi afecto, este libro de sueño, aprendizaje, lecturas, entre árboles y casas. En este Retiro de lluvia, un fuerte abrazo».
Iba buscando la biografía que Chalotte Gordon ha elaborado sobre Mary Wollstonecraft - Mary Shelley. Madre e hija han tenido uno de los nacimientos más emblemáticos del territorio de la literatura, sucedido en 1797. La autora de Vindicación de los derechos de la mujer (1792) murió 10 días después de dar a luz a la autora de Frankestein (que estoy leyendo) a causa de unas fiebres paurperales que le indujo el médico que le extrajo la placenta por no haberse lavado las manos. En el fondo del escenario, William Godwin con Disquisición sobre la justicia política y su influencia en la virtud y felicidad de la gente, y Percy B. Shelley con La revuelta del IslamLaon y Cythna, or The Revolution of the Golden City.
Y, ya se sabe, algo desconocido para cultivar la sorpresa: Saturno de Eduardo Halfon (Guatemala, 1971), carta amarga de un narrador algo desquiciado a un padre severo y devorador.
[Salud. A la espera de que la Vida enseñe a leer a quienes gobiernan la res publica].

4 comentarios:

  1. Un agradable paseo, sin duda, bajo la lluvia. Ahora se necesita tiempo para leer.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, Anónimo, tiempo para leer. Siempre sale algo por ahí.

      Saludos.

      Eliminar
  2. Una buena selección de lecturas. Yo estuve la primera semana de la Feria y también compre algo además de ver a Cartarescu (no me animé a buscar su firma y no era difícil, pero me da pudor,,, ajjaja).
    Que interesante es Mary Wollstonecraft, he leído su "Vindicación..." y conozco algo su vida. Me alegra esa publicación (el trío da para mucho, eso seguro).

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya lo creo que da, Laura. Le dedicamos una sesión del club de lectura, pero apenas pudimos asomarnos a su vida.

      Abrazos.

      Eliminar

Nos encantan los comentarios y que nos cuentes lo que quieras.