domingo, 4 de abril de 2021

Alegría en la lectura (digital o impresa)

 «Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes fuerzas, ha sido alentada por el Creador en un corto número de formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un principio tan sencillo, infinidad de formas, las más bellas y portentosas»

Con esta cita del final de El origen de las especies de Darwin, la investigadora y docente Marianne Wolf (1950) mantiene la esperanza de que los modos actuales en los que procesamos el lenguaje escrito, con predominio digital, no precipiten la atrofia de nuestros procesos más esenciales de pensamiento –análisis crítico, empatía y reflexión– en detrimento de la convivencia democrática, especialmente en la población joven. Precisamente, el cerebro humano dispone de plasticidad similar a la de los medios que utilizamos en las lecturas en pantallas.

Pero no está asegurado el proceso positivo. Necesita de la colaboración nuestra. Esta neurocientífica, en Lector, vuelve a casa (2020), alerta de que podemos crear herramientas que suplan capacidades de nuestro cerebro en detrimento de la atención y memoria de que dispone en la actualidad, lo que plantea un futuro que desconocemos. Por si acaso, se centra en la necesidad de la transmisión oral en las criaturas hasta los cinco años; y en la simultaneidad de lecturas en papel y lecturas en pantallas entre los cinco y los diez años.

Todo ello pasa por el Festina lente: «leer rápido (según acostumbramos), hasta tomar conciencia de los pensamientos a comprender, la belleza a apreciar, las cuestiones a recordar, y, si tienes suerte, las ideas a desarrollar». Entonces, la lectura puede contener la alegría que invadía a Dietrich Bonhoeffer en el campo de concentración en sus lecturas, según ha testimoniado en Resistencia y sumisión: cartas y apuntes desde el cautiverio.

Salud

6 comentarios:

  1. Hola Ignacio, una propuesta muy interesante que anoto porque la emoción del papel, sobre todo en los que tenemos unos años, ya empieza a ser algo para recordar.
    Aún sigo escribiendo de tanto en tanto en papel por el gusto de escribir en papel.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, Conxita, la verdad que me resulta un libro interesante, en especial para quienes se dedican a la enseñanza.

      Me alegro de que todavía saques tiempo para escribir en papel.

      Abrazos

      Eliminar
  2. Muy interesante, y eso a ver que depara el futuro en estos temas en las nuevas generaciones digitales. Los demás seguiremos haciendo a todo que tampoco está mal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Esther, la verdad que no está de más el atender al papel y a las pantallas. Cada cual con sus características.

      Saludos.

      Eliminar
  3. Se supone que estamos en un tiempo "bisagra", efectivamente, y no hay duda de que van cambiando nuestros modos de reaccionar ante las medidas sociales. Tendemos a dejar que piensen otras personas.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es no de los aspectos sobre los que pretende llamar la atención el libro: que tenemos que propiciar el cerebro lector para que no abandonemos nuestro papel en la construcción de la sociedad.

      Saludos

      Eliminar

Nos encantan los comentarios y que nos cuentes lo que quieras.