Desde hace unos días venimos topándonos con situaciones densas. De esas que evocan épocas en las que hemos tenido que ir eligiendo los caminos por los que transitar en la vida. (Siempre engarzados −de una u otra manera− a las letras, las imágenes y la música). Observamos, con curiosidad, la forma en que afrontan el absurdo de la existencia quienes nos rodean. Hay quienes echan mano de alguna hierba alucinógena para pasar los días. Hay quienes elevan plegarias en los templos. Nada que no se haya inventado.
Nos recuerdan −decimos− los años en que leíamos a Nicolás Guillén (1902-1989) y nos colocábamos con sus poemas (alguno de los cuales vino a musicar Pablo Milanés).
Canción
Nos recuerdan −decimos− los años en que leíamos a Nicolás Guillén (1902-1989) y nos colocábamos con sus poemas (alguno de los cuales vino a musicar Pablo Milanés).
Canción
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).
Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto).
En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
(Yo, muriendo).
Salud.
Sin embargo a mí me has recordado mis años estudiantiles en los que sólo escuchaba cantautores tras una infancia y preadolescencia de Camilo Sesto, Lorenzo Santamaría y algún italiano cantando en castellano.
ResponderEliminarSaludos.
Una risa regalada vale un tanto. Es la mejor canción y la mejor rosa.
ResponderEliminarYa sabes, Elena, que todo queda en las canciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las risas, ebge, con notas y sin espinas.
ResponderEliminarTodos buscando la mejor manera de sobrevivir a tantos días absurdos. Llenándolos con contenidos, a veces vacíos, a veces impregnados de conformismo y resignación. Otras con ilusiones creadas por nuestra mente, artificiales o naturales. Vivir, ese ejercicio tan difícil.
ResponderEliminarA veces.
Me encanta esta canción.
Efectivamente, Isabel, ejercitamos algo de suma dificultad: la vida.
ResponderEliminarGracias por posar tu mano aquí.