Por absurdo que pueda parecer, he visto necesario dedicar un post a nuestro querido y honrado buzón.
Ese cajoncito gris que se encuentra a la puerta de las bibliotecas, siempre al otro lado soportando altas o bajas temperaturas dependiendo de la época del año y el lugar. Y teniendo en cuenta la ciudad donde vivimos, en este punto nuestro amigo merece un homenaje.
Ese cajoncito gris que se encuentra a la puerta de las bibliotecas, siempre al otro lado soportando altas o bajas temperaturas dependiendo de la época del año y el lugar. Y teniendo en cuenta la ciudad donde vivimos, en este punto nuestro amigo merece un homenaje.
Pues bien queridos usuarios, el buzón tiene únicamente la función que tiene, recoger documentos fuera del horario de la biblioteca para facilitar las devoluciones dentro de la fecha establecida.
Lógicamente nuestra insigne figura tiene un cartel, de esos que hacemos con tanto mimo para que nadie lea, donde lo explica claramente.
Quizá no tenga un aspecto muy bonito, pero para gustos los colores y lo que ya no paso a comprender es cómo alguien puede confundir a nuestro respetable con este otro que he colocado a su lado, evitando mencionar para qué sirve este otro y las evidentes diferencias.
Otro apartado merecen los pirómanos, que haciendo gala de un triste y enajenado humor se dedican a encender cerillas por doquier, sin darse cuenta que el quema la cultura , destruye mucho más que un simple papelito. Si le gusta encender fuego que se compre una cocina de las de antes y nos prepare un buen pucherito cada día.
Tenemos quien también quiere celebrar las fiestas con tracas o petardos, pues muy bien, hay que respetar todas las opciones pero no hay que meterlos en el buzón de la biblioteca. Si usted está contento y tiene algo que celebrar cójase un buen libro y con una copita de vino al lado lo puede celebrar, así podemos mezclar fiesta y biblioteca sin molestar. Salud.
Otro día han confundido el buzón con los contenedores de cáritas y han dejado unos bocatas... (Imagen tomada de http://www.cocinaria.com/)
¡pobre buzón! le mean sin compasión
ResponderEliminarexplotan petardos en sus entrañas
y no anidan ni las arañas
sus tripas destilan pestes varias
entre los libros y otras piltrafas.
Si pudiera te abrazaría
pero no quiero tener disentería
confórmate con una oda
creo que están de moda.+
XDDD
¡Qué bien te ha quedado la anotación, Ayla! (No desmerece la oda del comentario.)
ResponderEliminarSiempre que paso por la calle, los contemplo con admiración. Son una muestra del tesón (contra gamberradas, incultura y mediocridad política).
Ole ole, pedazo de oda Mafi.
ResponderEliminar¡Qué bien te ha quedado la anotación, Ayla!
Gracias lavela, la idea fué tuya, la inspiración la tenemos en la puerta.
Es que el buzón te deja en paz contigo y con la biblioteca.
ResponderEliminarFelicidades por la entrada de hoy Ayla, hay que ver lo desagradable que puede ser la gente, inculta y asquerosa, porque lo de los meaos no tiene nombre, anda que no hay esquinas para mear por ahí, y lo tiene que hacer en los libros, vamos hombre.
ResponderEliminarNadia, ¿esquinas? cómo que ¿esquinas?. ASEOS hombre aseos...
ResponderEliminarsaldría rentable tener un asalariado que lo mismo que cae el petardo lo devuelve a su dueño con mucha educación y se asegura que le ajusta bien en cualquier parte del cuerpo que pueda asemejarse a la entrada del buzón de marras.
ResponderEliminarBipoooooooo, te necesitamos
ResponderEliminarSí Ayla, tienes razón mejor en los aseos, pero si por lo que sea surge una necesidad imperiosa de vaciar el canario, pues no van a reventar los pobres, no??
ResponderEliminarpues no van a reventar los pobres, no??
ResponderEliminarEso y más cosas le deseé en su momento al que lo hizo en el buzón.