Por entonces, no solamente viajaron Salim y la Muerte de Talas a Samarcanda. También lo hizo la fórmula de elaboración de papel que en China se había mantenido en secreto durante siglos. Se dice que fue el funcionario –para que luego digan– Tsai-Lung quien diseñó el invento, al pretender dar con un soporte de escritura más barato que la seda, que era donde se escribían en aquella tierra los documentos de la corte imperial de cierto valor. Tsai-Lung observó con curiosidad en modo en que las avispas construían las paredes de sus nidos: arrancado filamentos de las plantas, masticándolos y reblandeciéndolos con saliva hasta formar una pasta (a la que daban forma hexagonal) que, al secarse, quedaba muy resistente.
En el año 751, a las puertas de Talas, se enfrentaron los ejércitos árabes (en expansión hacia Oriente) con los Chinos (en expansión hacia Occidente), saliendo vencedores los primeros y aprendiendo, de unos prisioneros, el arte de la fabricación de papel. De allí pasó a Samarcanda, que se convirtió en un importante centro productor, llegando en 793 a Bagdad. En esta época se añadieron fibras de trapos a las fibras vegetales anteriores y se utilizaron molinos de agua. Ya podían nacer las mil y una noches.
[Alguna de estas cosas (y otras muchas) aparecen en el libro de Rebeca García Palomeque, Historia de… el papel, que publica la editorial La mar de fácil, la cual sigue las indicaciones de IFLA para quien tiene dificultades de comprensión lectora].
Ahorita mismo me pongo a buscar el libro en el catalogo, tiene buen pinta.
ResponderEliminarPodemos poner en negrita lo del funcionario?
Por lo que veo(leo)tiene que ser muy interesante ese libro. Interesante como todas las entradas de esta casa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Ayla y Elena, es un libro sencillo. (Lo de la Muerte es una introdución llevada por nosotros).
ResponderEliminarUn abrazo.