El saúco y los rosales silvestres dan color al paseo de la
mañana, ahora que ya las candelillas de los castaños convierten las flores en
incipientes frutos otoñales de estufa. «Sé todos los cuentos», podríamos
decir con León Felipe. Las palabras que dejan de tener sentido a fuer de
escucharlas en bocas fatuas, en corazones vacíos, en pechos ambiciosos.
Por un instante, podemos calmar las ansiedades, las
decepciones en los versos de Francisco Brines (Diario de un escéptico) y en el sueño del bebé, con el balanceo de
los sonidos de la fuente y el ruiseñor.
El vaso quebrado
Hay veces en que el alma
se quiebra como un vaso,
y antes de que se rompa
y muera (porque las cosas mueren
se quiebra como un vaso,
y antes de que se rompa
y muera (porque las cosas mueren
también), llénalo de agua
y bebe,
quiero decir que dejes
las palabras gastadas, bien lavadas,
en el fondo quebrado
de tu alma,
y, que si pueden, canten.
y bebe,
quiero decir que dejes
las palabras gastadas, bien lavadas,
en el fondo quebrado
de tu alma,
y, que si pueden, canten.
[La primera imagen es de Vladimir Kush. La segunda, La caja de los deseos de Lisa Nordstrom].
Excelentes fuentes para calmar la sed.
ResponderEliminarYa lo creo, anónino. Gracias por la visita.
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