Se
acerca el tiempo de cosechar. Es hora de proveer para alimentar el sensible espíritu
durante los largos días invernales. Las ramas miran al suelo bajo el peso del
agua. Las hojas maduran. Llega –corriendo– el segador viento con su afilado
soplo, voltando el tomento de los tilos hasta posar terciopelo en el suelo. Los
pétalos de las tardías rosas se acoplan gustosos, en el volumen de la mesilla
de noche, en el diario orillado en los días veraniegos y recuperado en el
mimoso octubre. El fruto siena de los álamos se esconde muy conforme entre los
poemas. El néctar palmeado de los arces gusta de las páginas valientes de las
autobiografías. El trasparente amarillo redondo de las moreras prefiere el
dolor. Los olivos… el recuerdo.
Lluvia en la casa
La lluvia, otra vez la lluvia sobre los olivos.
No se por qué volvió esta tarde
si mi madre ya se fue,
ya no viene a la terraza para verla caer,
ya no levanta los ojos de su costura
para preguntar: Oyes?
Oigo, mamá, es otra vez la lluvia,
la lluvia sobre tu rostro.
No se por qué volvió esta tarde
si mi madre ya se fue,
ya no viene a la terraza para verla caer,
ya no levanta los ojos de su costura
para preguntar: Oyes?
Oigo, mamá, es otra vez la lluvia,
la lluvia sobre tu rostro.
(Eugenio
de Andrade, que repetimos)
Se
acerca la primavera de la nieve.
Pasará el tiempo y la miremos caer o no, seguirá la lluvia a pesar de todo.
ResponderEliminarGracias, Ignacio, un poema precioso.
A ti, Mere. Además, espero que tu mies esté pronto lista para la cosecha.
EliminarDichoso otoño.
Los árboles hablan por sus colores, como lo harían las flores. Poco de melancólicas puede uno encontrar las llamas del haya, y algo conturbador el carmín del precioso arce de Montpellier. Cada uno toca una tecla de nuestro corazón que es como una lira. Muchas cuerdas que tañir, pero árboles tiene el bosque para hacerlo (si le dejamos, claro).
ResponderEliminarEfectivamente, ebge, la clave puede estar en dejarlo. Y despúes... el festín.
EliminarPrecios entrada…bello poemita.
ResponderEliminarUn gusto pasar por tu blog.
Saludos cordiales.