Cuando se contempla la
belleza tranquila y el brillo de la piel del océano, uno se olvida del corazón
felino que late por debajo, y no está dispuesto a recordar que esa zarpa
aterciopelada oculta unos colmillos despiadados (escribe Herman Melville en Moby Dick)
Sucumbo al ambiente consumista
de los días presentes y adquiero un (breve) bestseller, La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han, filósofo que está
haciendo furor desde Alemania. Su tesis es sencilla: disponemos de tantas cosas
que, utilizarlas compulsivamente, produce cansancio y depresión. Nuestro
objetivo es el rendimiento, lo que lleva al cansancio por exceso de
positividad. Es el signo del siglo XXI en la sociedad occidental. Para evitar
las pastillas habría que recurrir a las soluciones que señalaba Nietzsche:
aprender a mirar, a pensar, y a hablar y a escribir. (Y no está lejos de aquí
el Bartleby, de Melville).
Parece que esos colmillos
despiadados de los que habla Melville irán desapareciendo en caso de que
continuemos acidificando el agua de los océanos. Esa es la opinión de la “comunidad
científica”. La leo en un libro no catastrofista de Curt Stager, El futuro profundo, escrito por este paleoecólogo
y paleoclimatólogo, que analiza los fenómenos del planeta con la perspectiva de
miles de años hacia atrás y hacia adelante. Según él, nos estamos saltando un
periodo glaciar debido al calentamiento por emisión de carbono. En principio,
ello no es que sea para echarse las manos a la cabeza, pues de no haber sido
así, la glaciación correspondiente se tragaría parte del hemisferio norte
americano y euroasiático, desapareciendo países como Canadá dentro de unos
miles de años.
Lo significativo de esta
época, iniciada en el siglo XVIII, a la que llama Antropoceno, es que podemos
decidir como especie humana la incidencia de nuestra actuación sobre el
planeta, rompiendo así su trayectoria natural. Aun decidiendo no emitir más
dióxido de carbono, el que ya está en la atmósfera tardaría cientos de años en
normalizarse.
Los tres recomendables para
este sobresaliente año.
Me ha sorprendido lo que nos cuentas de que de no hacer lo que hacemos desaparecería Canada y El norte de EEUU. De todos modos, bien no parece que lo estemos haciendo.
ResponderEliminarRespecto al tema de las pastillas, parece que es la enfermedad de este Siglo, depresión y ansiedad, y no me extraña tal como enfocamos la vida hoy día. NO todo es culpa nuestra, los de arriba nos lo ponen muy difícil.
Besos
Tienes razón, chica, nos lo ponen demasiado difícil. Pero siempre hay maneras de enfocar los problemas desde posturas personales que no sean destructivas para cada cual, ¿no?
EliminarUn abrazo.
Que interesante.
ResponderEliminarFeliz año, deseo que nos sigas recomendando material de lectura tan bueno.
saludos
Gracias, Karin. Igualmente, Feliz Año.
EliminarY espero que tu continúes con tus versos.
Saludos.
Byung-Chul Han me gusta mucho, he leído todo lo que hay publicado hasta el momento en España. Me parece que da ideas novedosas respecto a la sociedad que nos rodea sin caer en los tópicos que se repiten y, por ello, me parece un autor brillante.
ResponderEliminarMelville es un clásico que permite disfrutar con la lectura y no conozco el libro de Stager. Los seres humanos nos hemos creído con derecho a explotar la naturaleza y ponerla a nuestro servicio sin respetar su funcionamiento y nos encaminamos a su destrucción. No veo que aquellos que podrían cambiar esta situación estén por la labor. Soy pesimista al respecto. Veré si encuentro el libro.
Abrazos y mis mejores deseos para este 2016!!
Abrazos, igualmente, chica.
EliminarCierto que Han da ideas profundas sin caer en los tópicos. Sus textos breves hacen que pensemos largo tiempo.
Abrazos.
Interesante entrada Ignacio, no se que pasará en cientos de años pero, el cariz que se nos presenta en el planeta es muy negro. Gracias por tus recomendaciones de lectura. ¡¡Feliz año nuevo!!
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz Año Nuevo también para ti, Conchi.
EliminarTal vez tengas razón en lo del futuro del planeta, pero este mes lo daremos por esperanzador.
Un abrazo.
Una mezcolanza saludable.
ResponderEliminarGracias.
todo es frágil, cualquier cosa que se consigue se puede perder, la avaricia y la maldad campan por todas partes, hay mucho aprovechado mientras seguimos escandalizados, y de la prosperidad se ha pasado a la incultura..... el listado sería enorme y el tema da para mucho. Vamos a pensar en que habrá algún momento en el que se gestará algo nuevo y mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.