A
ella, que no lo sabe
Quod
vitae sectabor iter, se pregunta el poeta, qué camino tomaré.
Algo con lo que interrogamos a la nuestra en momentos cruciales, cuando nos
hallamos en encrucijadas, cada vez más numerosas en nuestro aprendizaje a lo
largo de vida. Y resulta que tienen diversos recorridos unos u otros iter. Por
lo que dice el escritor Óscar Esquivias en «¡Toma regaliz» (Diario de Burgos, 21-II-2016, pág. 5),
el de los titiriteros no ha sido nunca regalado, pues ya las antiguas
pragmáticas les asimilan a mendigos y delincuentes. «Socorrerlos una vez es un
deber de humanidad; alejarlos enseguida es una ley de Administración»,
reglamentaba Javier de Burgos en 1833. Y bien próxima tenemos la evidencia. ¿Será
que hemos olvidado que las brujas suelen morir en los escenarios de los
microteatros a manos de otros títeres?
Entre los escasos papeles que dejó Descartes a su muerte,
en uno de ellos estaba escrita la pregunta de turno ‒Quod vitae sectabor iter‒. Es el inicio de un verso de Ausonio (310-395)
‒el de Collige, virgo, rosas… ‒, que
aparece en el tercer sueño del filósofo francés, en lo que consideró una visión
cuando tenía 23 años y se encontraba el Ulm. Aquel que proviene de un conocido
poema pitagórico y que el también galo Ausionio convierte en «Ex Graeco.
Pythagoricon de ambiguitate eligendae vitae», inserto en Libro de églogas, que muestra la perplejidad ante la elección que
ha de hacerse ‒…si plena tumultu / sunt
fora… ‒. Las personas tenemos que elegir. La poesía lo atestigua.
Y la filosofía. Ortega y Gasset alude lo que antecede en
varios de sus escritos, elaborados en 1934-1935, los cuales lee en sendas
conferencias de Buenos Aires ‒Sobre las
carreras‒ y París, esta en un congreso internacional bibliotecario, de la
que sale un exquisito texto: Misión del
bibliotecario. También vertido en «La vida humana como misión» en El libro de las misiones.
[Everything May Happens Here, de Corrado Fabbri].
vuelvo a leer tu post tan interesante, me dejas con nuevos datos, que siempre te agradezco.
ResponderEliminarsaludos
Gracias, Karin. Siempre eres bienvenida.
EliminarSaludos
Me encanta este post. Además yo que fui actriz... entiendo perfectamente lo que dices.
ResponderEliminarBesos
¡Qué bien, Celia! Una hermosa profesión.
EliminarBesos.
Jamás pensé que ser titiritero supusiera un riesgo en nuestras sociedad, bien equivocada estaba. La libertad de expresión siempre es un riesgo y esa pregunta es clave responderla cuando has de hacer uso de ella.
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
Un abrazo!!
Gracias, U-topia. Es cierto, parece mentira que tengamos que asistir a encarcelamientos por ejercer la libertad de expresión.
ResponderEliminarAbrazos.
Difícil se ha puesto últimamente expresarse no siempre correctamente o cómo mandan los cánones.
ResponderEliminarDicho esto, me ha gustado esa interrogación del poeta sobre los caminos a tomar, siempre que decidimos, renunciamos a algo y por eso a veces cuesta tomar decisiones.
Un saludo
Ya, Conxita, las decisiones traen sus quebraderos de cabeza.
EliminarSaludos.
Leí el articulo de Óscar Esquivias en el Diario de Burgos. Estoy muy de acuerdo con él y con vosotras.
ResponderEliminarLa buena poesía tiene mucho de filosofía y la filosofía es la vida. ¡Qué no nos dejen sin expresión!
Un abrazo
Luz
Creo que es un artículo elocuente.
EliminarContinuamos, Luz, en la poesía y la filosofía.
Abrazos.
Ignacio