Tal vez por su brevedad,
asocio el haiku al mes de febrero. O, tal vez, porque en tan escaso número de
palabras caben, al igual que en el segundo mes del año, lluvias, nieves,
vendavales, sol, nubes, prados, ríos, esperanza. La calma y la tormenta mezclándose
de manera desigual en los días de luz creciente. El viento racheado que nos
cala debajo del paraguas. La luz de los grises en los edificios de piedra.
Recuerdo la primera vez que
leí un haiku. Fue en un libro de historia de las civilizaciones (cuyo título se
me ha despistado) hace unas décadas. No tenía ni idea de lo que era aquello.
Tres versos que me fascinaron. De ahí comencé a buscarlos. No era fácil, pues
casi nadie los conocía y eran escasos los libros que se encontraban de poesía
japonesa. Hasta que una profesora que venía de Zamora, Presencia, me inundó de
ellos. Eran clásicos y, tal vez, de ahí me viene el que me haya quedado algo
estancado en siglos pasados cuando miro los gustos que tengo de estas
composiciones:
Kabayashi
Issa (1763-1828) escribe
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo
como si desesperara
en este mundo
Huye el rocío.
En este mundo sucio
no hago yo nada
En este mundo sucio
no hago yo nada
Y dice Yamagushi Sodo
(1643-1716)
Esta
primavera en mi cabaña
Absolutamente
nada
Absolutamente todo
Con
Watanabe Hakusen (1913-1969)
Anoche cubrí
mis hijos dormidos
y el ruido del mar
mis hijos dormidos
y el ruido del mar
Y Shigeji
Tsuboi (1898-1975), que percibe la revolución industrial
Una tormenta viene desde
lejos
Limpia el calor que resta del verano.
Un azul celestial llena la atmósfera
Y nosotros
Nos preparamos para el nuevo espíritu
Limpia el calor que resta del verano.
Un azul celestial llena la atmósfera
Y nosotros
Nos preparamos para el nuevo espíritu
[En ello nos gustaría estar.
Salud].
Y, efecto curioso también, su enorme belleza bien podría ser la de hoy. No suenan para nada de otro tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Ya lo creo que no, Igor.
EliminarContinúan fascinando.
Saludos
Me encantan los hikus. Después de leer tu entrada, se me ha ocurrido este:
ResponderEliminarMes de febrero,
en tu luna me traes
un loco invierno.
Luz del Olmo
Un abrazo
¡Vaya, Luz, tienes sensibilidad y pericia para estas composiciones!
EliminarUn abrazo y gracias.
Muy bonito.
ResponderEliminarManifiesto mi desconocimiento por los haiku, y en general por la poesía que no acostumbro a leer, pero me han gustado mucho, me han parecido atemporales. Me han gustado sobre todo los de Kabayashi Issa
Saludos
Ya ves, Conxita, todo es ponerse. En eso -digo- de leer poesía.
EliminarEs un mundo.
Saludos
Pues sí, en el último Haiku os gustaría estar.
ResponderEliminarTambién me gusta mucho el de la mariposa. Preciosos todos, en realidad.
BEsos
Gracias, Celia. ¿Conseguiremos algún día estar en él?
EliminarBesos a ti.
Hola Ignacio, yo descubrí lo haikus hace apenas tres años y la verdad es que me encantan. Gracias por traernos unos tan hermosos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
A ti, Conchi.
EliminarDescubrir algo hermoso nos llena de todo su encanto.
Un abrazo.
La belleza breve de los haikus permanece más tiempo en nuestra emoción.
ResponderEliminarMuy bellos los que nos traes.
Hace poco descubrí unos haikus de un físico teórico explicando la teoría de la relatividad. Pasea por tierra Calada y los conoces.
Un saludo Calado.
¡Hola, Gemelas!
EliminarYa lo creo que es original esa propuesta. Pasearé con los pies descalzos.
Un saludo.
Hace relativamente poco que los descubrí, cuatro o cinco años. Fue también para mi una sorpresa por el impacto que logran a través de esa brevedad que los caracteriza.
ResponderEliminarAnoto los nombres que propones. No sabría por cuál decidirme, el último es muy bello.
Abrazos!!
La verdad que a (casi) todo el mundo nos supone una sorpresa su descubrimiento.
EliminarMe alegra que los aprecies.
Abrazos.