Largo, como cola de tigre es el deseo. Irás detrás de él,te lo aseguro. Con la lengua afuera y el corazón afilado.
(Lilian
Elphick)
Los dos ojos habitados
habitualmente bajo el puente Malatos ‒ese que hurgan las huellas peregrinas
desde hace ocho siglos‒ sobre el Arlanzón se convierten en cinco estos días.
Alguna golondrina vuela en ellos, rozando el agua, en los momentos en que el
cielo se abre en naranjas y azules. Con la lluvia racheada me recuerdan escenas
que ilustran los libros de literatura china, especialmente aquel puente bajo la
lluvia.
Leyendo a Elphick, la
escritora chilena nacida en 1959, pienso en las peregrinaciones, en las
tormentas de alta mar bamboleando las embarcaciones de gente en busca de
refugio, en Frontex y Shengen. Las Bellas
de sangre contraria me trasladan a El Salvador, a las mujeres rurales
inmersas en la maquila, el trabajo textil que explotan las industrias textiles,
en las que las protagonistas más visibles, por el contrario, son también
mujeres. Sus Monstruos y monstruas me
llevan en taxi por las esquinas de los barrios de la ciudad en las que apago la
sed.
Seguramente su literatura
está escrita desde otras vivencias. Gemma Pellicer (1972) deriva las palabras
que inician esta anotación en un microrrelato (Nadie se libra de él. / Nadie lo
ignora. / La distancia aviva su sed, / la cercanía lo colma). Pero yo ‒hoy‒
tengo mis puentes que cruzar.
Cierro los ojos y lo veo.
Mucho disfruto con la contemplación de ese cuadro y con los textos de Elphick.
ResponderEliminarSaludos.
Pues a continuar con ese disfrute.
EliminarMe alegro. Saludos.
No la he leido, tendré que hacerlo.
ResponderEliminarBesos, Ignacio.
¡A ver qué te parece, Celia! Espero que sea de tu agrado.
EliminarBesos.
La contemplación de ese cuadro y tus puentes me han traído a la cabeza un artículo que cuenta que dialogar es el arte de construir puentes y para que exista el diálogo un factor esencial es el respeto por las diferencias, si reconocemos y aceptamos que somos diferentes podremos abrirnos al diálogo. Eso, que tanta falta hace. Abrir puentes en lugar de alzar barreras,
ResponderEliminarFeliz fin de semana Ignacio.
Excelente reflexión, Conxita, acercando los jugos de ese artículo que comentas.
EliminarDichosos días para ti.
Aviones y golondrinas traen una malla de hilos negros y blancos a nuestros cielos. Todavía hace frío, pero juegan impávidos entre turbulentas aguas.
ResponderEliminarAnuncian meses cálidos y actividad febril.
EliminarMe encanta el puente, lluvia y viento, parejas dialogando bajo los paraguas.
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio.
Siempre me llaman la atención los puentes, los suelo fotografiar por el placer de retenerlos en una imagen.
ResponderEliminarQue estupendo como vas viajando de una lectura a otra, cuando las lecturas encajan unas con otras, es el summum.
Tengo que leer a Elphick.
Abrazos!!